VOCES DESDE EL SILENCIO

VOXPRESS.CL.- No más violencia y preservación de la democracia fueron el sentir de la ciudadanía consultada por la encuesta CEP, publicada por dicho centro de estudios precisamente en medio de un efervescente clima de despotismo extremista y con la permanente actuación pública de mal llamados “luchadores sociales” que lo destruyen todo.
El resultado del sondeo ciudadano viene a ser una especie de bálsamo esperanzador en un escenario de arbitrariedad y violencia impuestas en el país por grupos subversivos minoritarios, tanto rurales como urbanos, que no saben conjugar verbo alguno que tenga vínculos con una democracia auténtica, la única conocida y sin apellidos. De pasada, este sentimiento de paz de la población, algo escondido y no expresado, alcanza también para darle aire fresco al ultrajado Cuerpo de Carabineros, al constatarse la disminución de quienes rechazan su accionar.
Sin pecar de un exceso de optimismo, los resultados de la encuesta CEP pueden ser un punto de inflexión para quienes ya se sienten, y se creen, ´dueños´ del país y se alistan para arrasarlo. La cabeza visible de los “revolucionarios” del 18/O, el frenteamplista Gabriel Boric, figuró sólo con un 13% de intención de voto para las presidenciales de noviembre, y debe sentirse también tocado porque aquel episodio subversivo figuró en el sondeo perdiendo adhesión de parte de la ciudadanía: en 12 puntos cayó el número de ciudadanos que lo respaldan y que lo justifican. Incluso, aumentó en 9 puntos la afirmación de quienes “nunca más” volverían a participar en una marcha.
Esta percepción también apunta directamente a la Convención Constitucional, no sólo por la composición de sus miembros –en su mayoría, subversivos-, sino por las decidoras expresiones de su presidenta, la activista Elisa Loncón, quien afirmó que “esto (la Convención) se inició saltando torniquetes y acá hemos seguido saltándolos”, en alusión a quienes en la Asamblea tienen el decoro de defender la institucionalidad y la democracia.
La encuesta del CEP dedicó todo un capítulo al análisis de la percepción ciudadana sobre las protestas callejeras, destacando una caída en el respaldo a las manifestaciones durante y posteriores al ‘octubrazo´. Se consignó un aumento de 19 puntos en el rechazo a acciones violentas y en una mayor valoración de la democracia, percepción que volvió a niveles previos a aquella revuelta. Un 14% declaró que al principio apoyó las marchas pero después cambió de opinión.
En lo que se puede interpretar como un mensaje al despotismo extremista en la Convención, un 61% cree que “se deben privilegiar los acuerdos, aunque se tenga que ceder”, para lo cual no están dispuestos los delegados comandados por Loncón.
Como rúbrica de estos rayos de luces sobre las lúgubres sombras tendidas por la izquierda, la encuesta le ofreció un regalo a Carabineros: en dos ítem claves, el uso de la fuerza para dispersar manifestaciones y en el manejo de gases lacrimógenos, la percepción negativa de la gente disminuyó en casi un 10%.
Como un clara prueba para los necios, la ciudadanía silenciosamente se está percatando, al fin, del engañoso propósito y de las trampas tendidas por estos indeseables revolucionarios de pacotilla.
Finalmente, en comparación a diciembre de 2019, disminuye la proporción de personas que no justificarían nunca o casi nunca las acciones de carabineros para controlar la violencia en las manifestaciones. El uso de lacrimógenas pasó de un 70 a 60% y que se use la fuerza ante manifestante violento de un 57 a un 50%.