S.O.S. DE LAS AFP’s

VOXPRESS.CL.- En una oportunidad anterior, y muy reciente, dijimos que todo cuanto se hable de proyectos de leyes para este año, no es más que humo lanzado al aire. Las reales gestiones del Ejecutivo y del Legislativo, con una veintena de carpetas acumuladas y sin activarse, terminaron el 2020, porque todos, absolutamente todos, sabían que este 2021 sería un año de simple administración, dada su requetecontra condición de electoral, con trascendentales elecciones, sin parar, desde abril a diciembre.
Huelen, entonces, a los malos olores de la politiquería más barata los anuncios, tanto de La Moneda como del Parlamento, que “pondremos acelerador a fondo” a algunos proyectos claves, uno de ellos la ya canosa y apolillada Reforma Previsional. De ésta, mucho se habla, pero nadie se preocupa en activarla, excepto las AFP’s, que sintieron duro el impacto en sus bolsillos, tras los dos retiros del 10%.
Los senadores opositores de las Comisiones del Trabajo y de Hacienda le echan la culpa al Gobierno de “falta de voluntad” para apurar su trámite y, en rigor, algo de eso hay. Cristián Monckeberg, ministro de la SEGPRESS hasta hace quince días, manifestó que los dos grandes objetivos del Gobierno para este año serían los proyectos sobre Seguridad Ciudadana y la Reforma Previsional: a los pocos días de anunciarlo, se mandó cambiar desde La Moneda para ser candidato a presidente de RN y, dijo también, a convencional constituyente.
Esa sola conducta refleja que el Presidente y su equipo ministerial se concentran en que se vacune al mayor número de personas, a que lleguen más dosis y a dar nuevas ayudas de emergencias exigidas, proporcionalmente, por las restricciones sanitarias. Desde marzo se abocará a entrometerse, como siempre, en cuanto acto electoral haya para mantenerse, así, en la cresta de la ola, pese al contundente y transversal rechazo que origina en la población.
La oposición, durante toda la administración de Chile Vamos, no ha estado ‘ni ahí’ con apurarle y apoyarle los proyectos al Ejecutivo, e incluso un grupo de parlamentarios extremistas acaba de presentar un proyecto para derogar las leyes de Seguridad Ciudadana, las mismas que Monckeberg se comprometió a mejorarlas…
En cuanto a la Reforma Previsional, su incipiente camino parlamentario, hace más de un año, se vio trabado no por las irreconciliables diferencias en los porcentajes de aumento en las cotizaciones y en el incremento del pilar solidario, sino por el destino de las AFP’s.
El gerente general de las administradoras de pensiones dice que “es un error ‘AFPear’ todo el sistema previsional, porque no es así”, en tanto la oposición aspira a terminar con ellas y el Gobierno sólo tiene intenciones de “readecuarlas” o “modificarlas”, pero conservando sus 40 años de existencia.
La oposición y parte del oficialismo, en rigor, no tienen apuro alguno en aprobar la Reforma Previsional que desde tiempo se encuentra en el Congreso, y ello porque consideran que dentro de muy poco, apenas se constituyan los convencionales electos el 13 de abril, comenzará a concretarse el fin de las administradoras. La fecha de término de éstas, dependerá de lo rápido que ande la asamblea redactora de la nueva Constitución.
Es esta amenaza la que tiene llenas de angustia a las administradoras: sacaron la voz para llorar sus “pérdidas” (menores ingresos) por los dos retiros del 10% y por “la necesidad” -según ellas- de reajustar hasta en un 20% las cotizaciones de los trabajadores…única forma de recuperar los fondos que perdieron. Obligadas a liquidar sus beneficiosos dólares, ahora deben invertir menos y, por ello, obtener menos utilidades.
Sin demora, el ministro de Hacienda les respondió que ese margen de aumento “es imposible” por afectar, de llegar a ser efectivo, duramente a la futura contratación de trabajadores y, por ende, al empleo.
Desde que fueron creadas, y sin avisarle a nadie que iba a ser clave tener una segunda cuenta de ahorro para poder aspirar a mejores pensiones, las AFP’s, y por primera vez, disminuyeron sus utilidades consecuencia de una cifra menor de fondos para invertir. Fruto de los dos retiros del 10%, desaparecieron de los fondos de las AFP’s US$ 31 mil millones, los que les urge recuperar antes de bajar la cortina.
Para añadir una cuota de dramatismo a una situación que jamás pensó que viviría, el portavoz de la Asociación de Administradoras, Fernando Larraín, lamentó que “aumentará la vulnerabilidad y la desigualdad en el país”, de lo cual nunca antes estuvo preocupada. Ejemplificó que más de 3 millones de afiliados quedaron sin ahorros previsionales”.
Sin ser éste el objetivo humanitario y social de las AFP’s, Larraín planteó como única solución para sus menores ganancias y “recuperar el daño provocado por los retiros”, aumentar a 20% la cotización previsional por cada trabajador.
Por estos días son difundidos casos impactantes de empresarios incapaces de pagar las cotizaciones por sus nulas ventas y producciones a causa del virus y. con mayor potencia, se conocen las aspiraciones de millares que buscan recuperar o tener un empleo- En la medida en que el aporte previsional se les suba, las contrataciones no se llevarán a cabo. Los propios trabajadores son reacios a desembolsar más y son incapaces de asumir una segunda cuenta de ahorro, dado el paupérrimo promedio de los salarios en el país.
Resulta claro, demasiado claro, que frente al incierto y poco optimista futuro que les espera en la Convención Constituyente, las AFP’s pretenden recuperar rápido su abrupta e impensada disminución de utilidades por sus menores inversiones. Aspiran a que, incluso llegado el momento del adiós, su bandera del exitazo rédito económico siga flameando, tal cual lo ha hecho a partir del primer día, en 1980, cuando Chile se transformó en el pionero latinoamericano en esta materia.