LA UDI Y SU ENCRUCIJADA

VOXPRESS.CL.- Al final del camino, la UDI se topó con la roca que nunca quiso que se apareciera en su ruta para designar a su precandidato presidencial que participará en la primaria sectorial del 18 de julio, la que decidirá la carta de Chile Vamos para la primera vuelta de noviembre.
Lo que menos quería la directiva anterior, encabezada por Jacqueline Van Rysselberghe, y la actual, en manos de Javier Macaya, era que se llegase a una decisión en que el partido se enfrentase, irremediablemente, a algún tipo de fraccionamiento: su Consejo General tendrá que elegir entre Evelyn Matthei y Joaquín Lavín, quienes, siendo igual de militantes, representan visiones distintas e incluso, él, puntos de vistas ajenos a la doctrina interna.
Una breve historia de los hechos, consigna que desde que fue electo alcalde de Las Condes, Lavín no disimuló su interés por competir para llegar a La Moneda: lo hizo público su nuera, Kathy Barriga, edil de Maipú, quien reveló que “mi suegro se muere de ganas de ser Presidente”. Embriagado -aunque casi no bebe por su calidad de Opus Dei- por la fiebre de populismo que azotó al país después del Golpe del 18/O, se declaró “socialdemócrata” y que ante un eventual Gobierno suyo “no llamaré a la derecha”.
Tales expresiones despertaron la ira de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien se declaró, en el acto, precandidata presidencial “para impedir que lo sea alguien que perdió todas las convicciones de la UDI”.
A partir de ese momento, el partido quedó enfrentado, y siempre chuteando hacia adelante el problema, a la disyuntiva de llevar a los dos como candidatos o estudiar un mecanismo para resolver cuál de ambos lo sería. La directiva pareció inclinarse por la alcaldesa, luego de que Lavín rehuyera ir a la reelección en Las Condes ante la certeza de que sería derrotado en la elección municipal. Es más, ella fue designada por su partido como asesora de todos los candidatos a convencionales constituyentes de Chile Vamos.
Sin embargo, el hecho de que Lavín jamás ha dejado de ser (se presume) la “carta de la centroderecha” que durante meses se mantiene arriba en los ranking de popularidad según las encuestas, terminó por modificar el escenario, más todavía cuando terminó desechándose la opción de llevar a los dos a la primaria, ello por constituir un riesgo.
Matthei ha sido diputada, senadora, ministra de Estado, candidata presidencial y es alcaldesa: Lavín, en tanto, tiene un recorrido similar con la diferencia de que nunca logró ser parlamentario.
¿Cuál, entonces? La encuesta CEP, la que, podría decirse, por dedicación y tiempo es la más confiable, demostró que ambos precandidatos UDI están relativamente alineados en cuando a “conocimiento de la gente”, pero la alcaldesa tiene “menos valoración” que su colega de Las Condes. Sería muy simplista atribuir a ese solo dato la filtración en cuanto a que la directiva se habría decidido por Lavín, lo que hizo aparecer, muy molesta, a Matthei, diciendo que “a la única mujer postulante de Chile Vamos la quieren bajar por secretaría”. De atrás, proclamó que “voy a ir a la primaria”, anticipando un veredicto que ella misma se había fijado: conocer previamente la perfomance de su votación en las municipales del 15 y 16 próximos.
Su decisión la complementó con un comentario más que significativo: “en la primaria voy a representar a una genuina derecha liberal”. El destinatario del mensaje fue el ‘socialdemócrata’, quien continúa aferrado a un respaldo popular imposible de certificar: “la UDI tiene que llevar sólo un candidato, pero el que mejor interpreta a la mayoría de los chilenos”. La tensión la potenció aún más la Secretaria General del partido, María José Hoffmann -quien en su primera candidatura a diputada fue apadrinada por Lavín-, al proclamar que “no nos temblará la mano a la hora de escoger a uno de los dos”…
Difícil la tendrá el Consejo General, porque se enfrentan concepciones totalmente contrapuestas, una, que apela a las convicciones ideológicas de la colectividad, “porque yo no he fallado a mi identidad con el partido” y el otro, un militante que se atribuye la misma filosofía política de Paula Narváez, Heraldo Muñoz y Guido Girardi, que, ahora, para no espantar a los votantes, se denominan “socialistas democráticos”.
En RN -no en la UDI- manejan una información que establece que en la elección presidencial tendría un mejor comportamiento Lavín, dato que podría terminar por ser determinante. Sin embargo, esa misma indagación concluye que en las primarias del sector arrasaría Matthei, precisamente por el estereotipo de quienes concurrirán a votar.
A Lavín no le queda más respaldo que seguir confiando en lo que dicen las siempre dudosas encuestas, y éstas son traicioneras: lo puede certificar Alejandro Guillier, a quien para el 17 de diciembre de 2017, se le dio en empate técnico con el actual Presidente No obstante, a Matthei le resta una información más relevante y clave para ella: la conducta del heterogéneo electorado de Providencia en las elecciones del próximo fin de semana. Se trata de un universo transversal que le puede dar conclusiones definitivas, y no sólo a ella, sino al Consejo General en el momento de decidir.