FARISEOS MODERNOS

VOXPRESS.CL.- “Más justo, inclusivo, igualitario y que nos acoja a todos” debe ser el ‘verso’ más escuchado de boca de los candidatos a convencionales de la izquierda, refiriéndose a cómo quieren, ellos, una nueva Constitución. Guste o no, entiéndase o no, toda Carta Fundamental -excepto, es claro, las de los regímenes totalitarios socialistas-, etimológicamente es una pauta del modelo de cómo debemos constituirnos; no se trata de un recipiente de gustos grupales ni personales.
Hay ideologías políticas que, históricamente, han despreciado el concepto unitario que significa la palabra país, porque sus doctrinas son internacionalistas, sobreponen su interés doctrinario por sobre los de nacionalidad.
Son movimientos que, pese a sus fracasos, igual sobreviven, y, lo más inquietante, lo hacen para alterar las democracias y los regímenes y las libertades individuales. Durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, se produjo el climax de la revolución chavista en Venezuela, conducida por Nicolás Maduro, y, por ende, el aniquilamiento de la democracia. La acción fue condenada por casi todo el mundo y en Chile hasta el PS, lo que es mucho decir, criticó el exterminio de las libertades en dicho país y fue el entonces canciller Heraldo Muñoz, quien, con tenacidad, logró que, aunque tibiamente, la Presidenta socialista hiciera también pública su, al menos, “preocupación” por lo que estaba aconteciendo.
El único partido, sí, el único, que ni siquiera guardó silencio, sino apoyó formal y oficialmente las atrocidades anti-democráticas de Maduro, fue el comunista, con su mismísimo presidente, Guillermo Teillier, firmando cartas de adhesión al cada vez más endurecido dictador venezolano.
Siendo ya Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Bachelet, ante la presión mundial, se vio obligada a realizar una inspección a Venezuela para constatar la existencia de presos políticos, persecuciones, torturas y ejecuciones. El PC chileno la criticó duramente, argumentando que “la engañaron para que efectuara esa visita”, en tanto, por otro lado, su directiva enviaba una declaración de apoyo a Kim Jung-Un, el sangriento líder norcoreano, acosado mundialmente por ordenar ejecuciones.
Desde diversas zonas del planeta surgieron voces de protesta por la difusión oficial del régimen cubano de un video en el cual se observa a un nieto del tirano Fidel Castro conduciendo un coche elegantísimo por avenidas solitarias de La Habana: en dicha ciudad no circulan autos porque se agotó el combustible, en medio de una crisis humanitaria en que la población no cuenta con insumos básicos, suministros elementales ni alimentos. El PC chileno ha guardado un solidario silencio ante el martirio de los habitantes de la oprimida isla caribeña.
Hace poco, la diputada Camila Vallejo (PC) se quejó de que “la gente cree que los parlamentarios somos millonarios, cuando con la dieta mensual no nos alcanza para vivir , aunque, comprendámosla, ella recibe menos de los 7 millones, porque, al igual que sus colegas comunistas, debe entregar una parte al partido para ayudarlo a financiarse y a seguir adquiriendo bienes.
Fue ella quien asistía a las protestas callejeras con su nana para que condujera el coche de su guagua y la misma que aseveró que “la nueva Constitución debe garantizar la igualdad, y la única forma de conseguirlo es igualando hacia abajo, esto es, quitándole a los ricos”.
Hablando de riquezas, la diputada comunista Carmen Hertz Cádiz, abogada de 75 años, que fue embajadora en Hungría y directora de Derechos Humanos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, maneja una cuenta en el First International Merchandant Bank, en la isla de Malta, abierta en marzo de 2014 bajo la firma Service and Advisors Agency ,registrada en Miami en agosto de 2013. Tiene un saldo de US$ 2.7 millones.
Al comunismo chileno le estaba faltando la guinda que coronase la torta. El injuriador profesional Hugo Gutiérrez, el diputado por Tarapacá, que renunció a su cargo para ser candidato a convencional constituyente, no se presentó a la audiencia de conciliación por la querella presentada en su contra por 33 oficiales en retiro de la Armada. Como lo ha hecho con otros candidatos involucrados en juicios, el SERVEL tendría que eliminarlo de la lista de postulantes e incluso congelar su derecho a votación, pero tratándose de un comunista, pareciera que es menos riesgoso hacerse el desentendido.
Para completar su arbitrario protagonismo, el PC designó como sustituto de Gutiérrez en la Cámara de Diputados al ex gobernador de Tamarugal, Rubén Moraga Mamani, un biólogo marino, magíster en microbiología y Doctor en Ciencias Biológicas. Milita desde 1983.
Tan brillantes antecedentes profesionales, los empañó minutos después de haber jurado como diputado, prometiendo respetar a la Constitución y a la Patria: reveló ser “un fervoroso partidario de que Chile le dé mar a Bolivia”.
Ignorando una sentencia de un tribunal internacional que selló la politiquera ambición de la izquierda boliviana, Moraga reabre un debate que repone en el primer plano un tema olvidado y particularmente sensible para la población chilena. Su deseo es fruto, exclusivamente, de la “solidaridad comunista internacional”, ya que, tras la salida de Evo Morales por fraude electoral, Bolivia ha vuelto a quedar, vía elecciones libres, en manos del socialismo.
Nuevamente, el PC sobrepone su doctrina multilateral por sobre los intereses de Chile, respaldados por un fallo de la Corte de La Haya. Moraga es, ahora, diputado por un amplísimo distrito de Tarapacá, que incluye a la capital regional Iquique. Lo honesto de su parte sería que saliera a proclamar públicamente su pensamiento sobre la materia en el seno mismo de un territorio históricamente sensible, y fiel y fiero defensor de la soberanía nacional.
En este caso, sus eventuales electores para las elecciones parlamentarias del 2022 deben escucharlo para que, desde ya, se hagan una idea de su genuina condición de internacionalista por sobre la de genuino chileno. Por muy sabido que los comunistas carecen de Patria, es hora de que después de escucharlos, no hay más camino que aislarlos.