FALLÓ LA COCINA EXPRESS

VOXPRESS.CL.- Debe haber sido, éste, uno de los episodios más vergonzosos de la decadente politiquería, pues en cuestión de horas, casi de minutos, desnudó lo peor de sus protagonistas: ansias desenfrenadas de poder, intereses pequeños, odiosidades y hasta traiciones.
Los partidos de la ahora ex Unidad Constituyente pisotearon lo que, por meses, predicaron y con una desvergüenza digna de no creerse, intentaron ’cocinar’ una nueva y sola lista de la izquierda para la primaria presidencial, pero dejando abajo a las dos cartas mejores evaluadas de su lista original.
La causante de esta inesperada y oscura movida de la oposición, fue la desteñida y desconocida candidata del PS, Paula Narváez, que, tras el revés de los “partidos tradicionales” en la elección Constituyente, recibió la instrucción -se sospecha de quien— de subirse, como sea, al carro del extremismo, esto es, del pacto FA/PC, ante lo cual era indispensable provocar la renuncia a competir -no deseada, desde luego- del PPD Heraldo Muñoz.
El éxito en varios ámbitos logrado por el frenteamplismo y la irrupción de una comunista en la alcaldía de Santiago, dejaron a ambas colectividades en una clara situación de ventaja y con un probado respaldo popular para encarar, y con el mejor de los pronósticos, todas las elecciones que vienen.
Contrariamente a ello, incluso mucho peor que el de los partidos de Chile Vamos, la oposición “tradicional” de la Unidad Constituyente, o ex Concertación, quedó en estado moribundo y con uno de sus miembros, la DC, sufriendo la humillación de haber obtenido a duras penas dos escaños en la Convención.
Alguien de mucha influencia –con su botón de pánico desde el extranjero- movió los hilos para, primero, rescatar a Narváez de su estado catatónico y, segundo, rearmar una lista única sólo con ejemplares duros del sector, para lo cual había que derrumbar de inmediato la Unidad Constituyente, que se aprestaba a inscribir su lista con sus cuatro competidores híper conocidos: Muñoz, Rincón, Narváez y Carlos Maldonado.
Pero…todo el montaje se derrumbó, cuando Sergio Jadue, con la forzada venia de Gabriel Boric, advirtió estar encantado de compartir con Narváez, pero con la salvedad de tener lejos, sin vínculo alguno, al PPD y a la DC. A esa altura, el pobre Heraldo Muñoz ya se había bajado, “traspasándole” sus votos a Narváez.
Heraldo Muñoz, el mejor posicionado en las encuestas de la difunta Unidad Constituyente, se bajó a regañadientes y a pedido de quien podía ser la única persona en conseguirlo: rastreramente llegó a la sede del PS a brindarle “todo mi apoyo” a Paula Narváez, proclamándola poco menos que la futura Presidente de Chile. A esa misma hora, el senador PPD y ex presidente del Senado, Jaime Quintana, advertía que “en estas circunstancias, yo no apoyaré a Narváez, sino a Yasna Provoste”…
¿Y esto por qué? Porque simultáneamente con la caída de la Unidad Constituyente, la segunda en preferencias de dicho fenecido pacto, Ximena Rincón, era llevada a la hoguera por la Junta Nacional DC, la que, en vez de proclamarla, como era la idea, la cuestionó y, en su desesperación por salvar lo que quedaba de la coalición electoral, propuso que la candidata fuese la súper heroína de estos días, la senadora Yasna Provoste. Ésta, en un par de discursos, produjo la renuncia del presidente partidista Fuad Chaín y, luego, no cerró la puerta a “hechos posteriores” a la urgencia del cierre de inscripciones en el SERVEL, previsto, con plazo fatal, para la medianoche del 19 de mayo.
Mientras ello ocurría al interior de la DC, Narváez sacaba cuentas alegres: “me apoya el PS, Nuevo Trato (NT) y el Partido Liberal (PL)”, aludiendo a la amplitud de su plataforma electoral. Pata hacerse una idea de su exacta realidad, NT es sólo un grupo de intelectualoides de izquierda y el PL, un pequeño partido regionalista que se mandó a cambiar del Frente Amplio, “porque se corrió mucho hacia el extremo”, a juicio de su presidente y único diputado Vlado Mirosevic.
A las pocas horas de aquel optimismo, la socialista, Indignada “por los responsables” del fracaso de una lista única con ella en el medio, se quedó sola, sin lista, estableciendo un misterio acerca de lo que hará con su postulación. “Ellos se negaron a la unidad y tendrán que asumir las consecuencias” acusó, furiosa, a Jadue y Boric, sin poder disimular su bochorno porque sólo horas antes, y con la certeza de que la ‘cocina’ había funcionado, se proclamado no sólo candidata, sino como “la futura Presidenta de Chile:
De esta increíble paranoia politiquera, a partir de ahora se puede esperar cualquiera cosa. Cumplido el plazo para inscribir listas para la primaria presidencial, al margen de la de Chile Vamos, con sus cuatro previstos postulantes, la izquierda opositora sólo tiene a una, la competencia interna de Jadue y Boric. Lo que Narváez y eventualmente Provoste harán a partir de ahora, es todo un enigma, a no ser que surja otra ‘cocina’ de última hora para revolver todos los guisos.
El despistado y desinformado Carlos Maldonado, la carta radical del desarmado lote, espero hasta bien entrada la noche en la puerta del SERVEL para inscribir su nombre, y hasta con envidia vio cómo ingresaban para hacerlo sólo Jadue y Boric.