OTRO FORADO A LAS AFP’s

VOXPRESS.CL.- El gerente general de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones, Fernando Larraín, lo dijo con todas sus letras: “hay quienes pretenden expropiar todos los ahorros de las AFP’s con fines políticos”. Al fin, alguien tiene el coraje de decir públicamente lo que se habla entre cuatro paredes en el ámbito político, gubernamental, económico y empresarial: la aspiración de la izquierda, y no sólo de la más dura, es el fin del actual modelo de ahorro previsional y –debe recordarse- en pleno Gobierno de la socialista Michelle Bachelet, el frenteamplismo levantó y encendió el masivo movimiento ‘No + AFP’, el cual, sin duda alguna, incentivó la animosidad de la clase trabajadora contra ellas, por considerarlas abusivas.
Ideado en pleno régimen militar por el economista José Piñera, hermano del Presidente, el sistema prometió lo que no cumplió, en cuanto a que la jubilación de sus cotizantes iba a ser un 75% respecto a su último salario. El ánimo adverso se encendió más, tras conocerse la necesidad de una segunda cuenta para mejorar las expectativas de pensiones y los montos de las utilidades de los controladores.
Mientras los afiliados alegan por las bajas cuantías de sus jubilaciones, la izquierda denuncia que las administradoras, con fondos de los trabajadores, financian las empresas “de los más ricos del país”.
Fue este panorama el que abonó el terreno para que terminara aprobándose por un tubo el primer retiro del 10% de los ahorrantes, pero fue, también, el primer impacto que perforó el hermético blindaje de las AFP’s y que marcó su incierto futuro. Así lo piensan altos funcionarios del mundo de las finanzas, e incluso economistas del propio Gobierno. Un ejecutivo del Banco Central vaticinó que “se sentó un precedente para retirar fondos con cualquier pretexto, y ello no va a detenerse”.
Profético resultó su comentario, porque tres parlamentarios de clara sensibilidad ‘progresista’ presentaron un proyecto para que, en diciembre, los cotizantes soliciten que se les dé otra tajada de un 10% de sus ahorros. Karim Bianchi, René Saffirio y Pamela Jiles, los autores de la iniciativa, proponen que este segundo retiro sea para seguir aminorando “las consecuencias económicas y sociales de la pandemia”. El proyecto, a diferencia del anterior, incluye un mecanismo de reintegro de los montos que eventualmente saquen los cotizantes.
El diputado Saffirio (ex DC)" manifestó que se “trata de un proyecto humano y social”, en social”, en tanto su colega magallánico, Karim Bianchi, fue tajante: “los fondos son de propiedad del afiliado, y es por eso que hay que ayudarlo a paliar una situación tan crítica que en esta situación tan crítica que va a continuar, que se va a agudizar, ya que la economía va a tardar en volver a tener números azules”.
Superficialmente, el debate que se originó de inmediato apunta a lo obvio: los fondos de pensiones de los afiliados disminuirán, la idea entorpecerá el proyecto de reforma previsional y hay 1,5 millones de trabajadores que con el primer retiro, quedaron sin saldo en sus cuentas. Algunos parlamentarios oficialistas, e incluso una alcaldesa UDI, no cuestionan la idea, más aún si la fecha prevista es diciembre, el segundo mes –después de marzo- en que la población más se endeuda a raíz de la Navidad.
La cuestión de fondo de esta iniciativa es, precisamente, la visión que tiene el gerente general de las AFP’s. Una de las impulsoras de la idea, la diputada humanista Pamela Jiles, ex PC y ex Frente Amplio, celebró la aprobación del primer retiro corriendo por el hemiciclo de la Cámara. Ese gesto suyo y el himno nacional interpretado por los frenteamplistas en la sala, fueron la respuesta exacta al real objetivo de continuar sacando los fondos.
El extremismo aspira, y no sólo a través de los ahorros previsionales, a exterminar el capitalismo, para lo cual considera indispensable expropiar las inversiones privadas para robustecer a un Estado controlador. Aunque se saben pero se esconden sus nombres, hay políticos y empresarios vinculados a la ex Concertación con intereses en los grupos controladores de las administradoras, igual la izquierda en su conjunto no las tiene consideradas en sus contenidos que intentará imponer en las Convenciones constituyentes. Incluso, hasta puede que desaparezcan mucho antes con motivo de la reforma previsional en discusión.
En el primer retiro del 10%, para justificarlo, se argumentó que iba a constituir una “salvación” para “paliar la precariedad de millones de familias afectadas por la crisis social”, sin embargo estadísticamente se comprobó que, por el uso dado a los fondos sacados, el proyecto sirvió para reactivar la economía y para que se adquirieran bienes de consumo, para pies de una vivienda y para amortizar deudas. Nadie utilizó dichos recursos frescos para saciar el hambre.
Esta información refuerza la certeza de muchos, en cuanto a que este segundo retiro, simplemente es un nuevo impacto bajo la línea de flotación de las administradoras para apresurar su fin.