EL FUGITIVO

VOXPRESS.CL.- A excepción, nos imaginamos, al interior de su partido, el comunista, debe ser uno de los personajes que circulan por el país que origina más rechazo y desagrado en la población, y ello porque es de ésos que va por la vida insultando, injuriando y denostando a medio mundo.
Sin embargo, sospechosamente, nadie se atreve, como se dice comúnmente, a “pararle el carro”, incluyendo a la Justicia. El Tribunal Constitucional no admitió a discusión una demanda de diputados RN en su contra por “instar al asesinato del Presidente de la República”, utilizando para ello a menores de edad.
Hugo Gutiérrez renunció como diputado por Iquique para presentarse a ser convencional constituyente, y, a juicio suyo, tuvo que estar huyendo todo este tiempo, porque el Ministerio Público se había puesto la meta de enjuiciarlo para desbaratarle su campaña política.
Hace poco menos de un año, indignado por haber sido fiscalizado en plena cuarentena por efectivos de la Armada en Iquique, se refirió públicamente a esta institución como “nido de golpistas”. Por tratarse de una institución sometida a la autoridad civil, la Marina se quedó en el puro anuncio de presentar una demanda por injurias en su contra, pero sí lo hizo un grupo de ex oficiales: Gutiérrez fue citado a una audiencia de avenimiento, y desde esa fecha nunca más se supo de él. Ocho citaciones entregadas a la PDI para su notificación no tuvieron éxito: nadie, absolutamente nadie de los policías portadores de la orden de comparecencia pudo encontrarlo en algún lugar del país.
Escondido no estaba, pues con motivo de un fallo en contra de subversivos vandálicos del 18/O en Iquique, él estuvo en el tribunal para defender personalmente a los delincuentes ideológicos por considerarlos “luchadores sociales”, una nueva profesión que no se estudia pero que se aprende al alero de los colectivos extremistas.
Ante el fracaso de su ‘búsqueda’, la Fiscalía recurrió a la Corte Suprema para que emitiera una orden de captura para hacerlo cumplir con la ley. “Lo que pasa es que en contra mía existe una persecución” denunció Gutiérrez, dando a entender que los políticos, sólo por ser tales, constituyen una excepción, lo que no deja de ser cierto si se comparan la suerte de quienes profesan distintas ideologías: seis meses estuvo suspendido un senador RN enjuiciado por tráfico de influencia, en tanto a encopetados personajes de izquierda se les ha aplicado automáticamente el “fuera de plazo” cuando se les acusa de fraude, desfalco y mal uso de dineros mal avenidos para sus campañas.
Frente a la real amenaza de terminar preso por huir de la Justicia, Gutiérrez puso fin a su aparente fuga y, tras contratar a dos abogados ideológicamente simétricos en Iquique, compareció ante su primera audiencia en un tribunal de garantía. Pero como sus defensores argumentaron “fallas en las notificaciones” -que nadie las ha explicado-, el magistrado aceptó reprogramarla… ¡para el 2 de agosto! Son los mismos, los comunistas, quienes vociferan que “la Justicia no es igual para todos”…
Su defensa, a cargo de los abogados Enzo Morales -candidato a gobernador por la Región de Tarapacá- y Boris Paredes Bustos, pidieron “más tiempo”, al reclamar que hubo “fallas por parte de los tribunales” durante la tramitación de la causa: Argumentaron que los juzgados “no cumplieron con los plazos mínimos de notificación”, pese a la existencia de ocho citaciones, a las cuales el imputado no se presentó.
El magistrado Mauricio Chia accedió a la solicitud de reposición de la defensa y fijó la audiencia de procedimiento simplificado para el 2 de agosto, a las 8:30 horas en el Juzgado de Garantía de Iquique. El fiscal Eduardo Ríos solicitó al juez que adelantase dicha fecha, por considerarla sólo dilatoria, pero éste se negó.
En las redes sociales el ex parlamentario comentó lo acontecido y apuntó contra el Ministerio Público: “hoy se desmoronó el show de la fiscalía, que inventó delitos y logró una espuria orden de detención en mi contra”.
Esta rápida concesión del tribunal iquiqueño a artificiosos requerimientos de la defensa de Gutiérrez, es un mal augurio para el éxito de la querella por injurias al personal e historia de la Armada. Ante la vista de muchos, el somnoliento ex parlamentario PC escabulló las citaciones judiciales durante meses y sólo una orden de detención pudo atemorizarlo. Si no fuera por ésta, todavía estaría fugándose, como todo buen cobarde que se precie de tal, pero en una fuga muy peculiar: ante la vista de todos.