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EL FRENTE SIN FRENTE


VOXPRESS.CL.- La noticia no pudo ser mejor recibida por el PC y por su precandidato presidencial, Daniel Jadue: sus socios de alianza, los frenteamplistas, se quedaron sin sus dos cartas presidenciales más potentes para competir en la primaria presidencial del pacto.


Como es de dominio general, la izquierda se quebró, y continúa dividida, entre súper rojos y rojos/rojizos. Lo último, y definitivo, es que fracasó en sus incesantes y últimos intentos por ir en una lista única para la elección de convencionales constituyentes el 11 de abril.


Los rojos/rojizos (PS, PPD; DC, PRO, PR y Ciudadanos- denunciaron al PC como responsable de que, a la postre, vayan dos opciones opositoras, arriesgando los 2/3 claves en la Asamblea. A su vez, comunistas y frenteamplistas culparon al PS de aferrarse a refundar la (ex) Concertación y de ceder a los cantos de sirena de la DC. Lo real, en rigor, es que una eventual alianza entre súper rojos –PC y FA- y rojos/rojizos nunca estuvo cerca, y ello lo revelan las declaraciones de Guillermo Teillier, en cuanto a que “perfectamente podemos conversar y acordar temas comunes en el marco de la Convención cuando ésta se desarrolle”.


Sepultada, así, cualquiera posibilidad unitaria de la izquierda, ya es un hecho que, al menos para este año, seguirá viento en popa el pacto PC/FA, el que tendrá que superar, eso sí, una valla, quizás inesperada, y no menor: el candidato común para la primera vuelta presidencial. Si bien el Frente jamás proclamó a uno de los suyos en particular, las posibilidades de que Beatriz Sánchez se repitiera el plato y de que Fernando Atria arremetiera a última hora, se esfumaron definitivamente, tras el anuncio de ambos de ser convencionales constituyentes. Observada, aunque todavía a mucha distancia, la primaria del pacto súper rojo, ésta sólo tiene a un precandidato en carrera, Daniel Jadue, proclamado y defendido a rajatabla por el PC. No es fácil, ni menos rápido, hacerse a la idea de que toda la familia frentista se volcará en masa a darle su preferencia al alcalde de Recoleta, de tal modo que se ha abierto una tremenda incógnita respecto a dicha preselección interna.


Se sabe que al PC le gustan más las imposiciones que las elecciones, y hay que recordar que, desde un principio, su presidente quiso competir solamente con el modestísimo Frente Verde Regionalista -de Jaime Mulet-, que apenas tiene un puñado de seguidores. Fue el PC que puso a dedo a Alejandro Guillier (PR) como candidato para la presidencial del 2017 y, con ese fin, sacó grotescamente de carrera a Ricardo Lagos Escobar. Así las cosas, en la sede comunista se alegraron de la noticia de que, al menos por el momento, Jadue no tiene rivales en el pacto.


Beatriz Sánchez siempre estuvo interesada en competir en la primaria y así se lo hizo saber a Jadue, luego de darse un apretado abrazo por el triunfo del Apruebo, el 25 de octubre. Pero quienes nunca estuvieron interesados en que ella fuese, otra vez, una opción presidencial, resultaron ser miembros de su propio conglomerado. Sus laureles fueron cayendo en la misma medida en que se desplomaron, primero, los bonos de su gran amigo Giorgio Jakcson, y, luego, por la pérdida de hegemonía de su Revolución Democrática. Ésta sufrió un mazazo con el éxodo de dos de sus diputados, en desacuerdo por el giro procomunista del conglomerado.


Comunes, que acapara hoy todo el lucimiento en el Frente, tras su triunfo en las internas para candidatos a Gobernadores, puso sus ojos en Fernando Atria, el abogado constitucionalista, ideólogo de la subversión y activista de la juventud, pero éste estableció como condición para aceptar el desafío de enfrentar a Jadue que todo el frenteamplismo se cuadrara como tabla, lo que nadie le garantizó. Optó, entonces, por integrar la lista de convencionales constituyentes.


Cuando el 2016 se clavaron los primeros pilares del Frente Amplio, sus creadores Giorgio Jackson y Gabriel Boric, duros protagonistas de la revolución estudiantil contra Piñera en su primer Gobierno, se prometieron repartirse la Presidencia del país el 2022/2025 y el 2026/2029. Tanta fe y confianza se les desmoronó muy temprano, esfumándose el liderazgo y arrastre que ambos ejercieron hasta el 2018.


De no haberse marchado desde el Frente con su Partido Humanista, todos apuntan a que la candidata ideal para enfrentar en primarias a Jadue sería Pamela Jiles, quien, dicho sea de paso, en las encuesta marca más que el comunista y que cualquiera otro del extremismo y de la izquierda en general.


Ningún analista deja de coincidir en que “por un trauma histórico” no existen posibilidades de que Daniel Jadue llegue a la Presidencia del país, más allá de sus conmovedores llamados a “los socialistas, democratacristianos y radicales anti-neoliberales que piensan como nosotros”. Este solo hecho es motivo suficiente para, más que suponer, asevera, que, llegado el momento, el Frente tendrá su candidato y lo suficientemente competitivo para quitarle el optimismo al alcalde recoletano.


El frenteamplismo tiene una base mucho más numerosa y hasta más operativa que la del PC, pero es tremendamente dependiente de la motivación y del grado de desafío, y de combate, que se le plantee. El exitazo de Sánchez en la primera vuelta del 2017 y la victoria del Apruebo el 25 de octubre, fueron demostraciones irrefutables de que cuando tiene ganas de demostrar su fuerza, lo hace. El misterio por develar es qué tanta indiferencia pueden tener estas huestes del Frente ante la opción comunista, siendo que, al final del camino, los proyectos son muy parecidos y casi comunes.


No hay que olvidar que exclusivamente fueron comunistas y frenteamplistas quienes estuvieron representados en la Cumbre de Caracas cuando se resolvió dar el Golpe extremista, y sus turbas, sin diferencias, “combatieron” codo a codo en las calles…y eso, hasta ahora.

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