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EJEMPLO DE DIGNIDAD


VOXPRESS.CL.- Qué diferente sería hoy Chile de haber tenido el Presidente los pantalones tan bien puestos como los del Director General de la PDI, Héctor Espinoza, a quien los senadores de la Comisión de Seguridad Pública quisieron trasquilarlo y terminaron ellos sin lana.


A raíz del allanamiento de la PDI a la comunidad comunista Temucuicui, en Ercilla, en cumplimiento de órdenes de la Fiscalía de La Araucanía -con un inspector asesinado y seis funcionarios heridos a bala-, los integrantes de dicha Comisión, a instancia de Francisco Huenchumilla (DC) citaron a una sesión extra telemática al ministro y subsecretario del Interior, además del jefe policial, a “rendir cuenta” y “dar explicaciones” por haber “violado” la privacidad de esa comunidad subversiva y manufacturera de drogas.


Los parlamentarios imputaron a Espinoza el haber hecho coincidir el operativo con el día de la sentencia al carabinero autor del crimen de Camilo Catrillanca, guerrillero de Temucuicui, “con la finalidad de que ésta perdiera repercusión”. El jefe policial informó a los senadores que los decretos de actuación eran del 31 de diciembre de 2020 y que tenían 10 días de plazo para ejecutarlos.


Con energía, y, a ratos, hasta con molestia, el Director de la PDI “se las cantó clarita” a los miembros de la Comisión, silenciándolos, porque éstos se dieron cuenta de que eran desconocedores de la materia o que, intencionalmente, decían no saber lo que pasaba al interior de ese temible lof.


Les dijo Espinoza: “a partir del jueves 7 de enero del 2021, se deberá hablar de un antes y un después, porque lo que muchos no creían..., ahora lo sabe todo el país, entre ellos, ustedes que deben hacer las leyes. Lo que muchos han negado, hoy es una realidad. En esa comunidad hay violencia, hay asesinatos planificados, drogas, armas, hay una organización criminal”.


Qué diferente sería el país si el Presidente hubiese utilizado ese lenguaje veraz y corajudo, en lugar de la zalamería y la sumisión frente a un Congreso arbitrario y hostil, como quiso serlo -esta vez - con el jefe de la PDI, pero salió trasquilado.

Nacido en Constitución, Héctor Ángel Espinoza Valenzuela (62) asumió la Dirección General el 19 de junio –fecha del aniversario institucional- de 2015, designado por la ex Presidenta Michelle Bachelet (PS). Eslicenciado en Ciencias de la Investigación Criminalística, la mayor parte de su carrera la realizó en Concepción y antes de asumir el máximo cargo, se desempeñó como jefe nacional de Inteligencia Policial.


Les aclaró a los senadores que procedió de acuerdo a varias solicitudes de la Justicia para allanar a dicha comunidad, luego de comprobarse, vía aérea, la existencia de plantaciones y producción de marihuana. “La fecha acordada no podía revelarse anticipadamente por razones obvias”. Sus interpeladores le consultaron por la “coincidencia” del operativo con el fallo sobre el caso Catrillanca, quedando al desnudo que los parlamentarios desconocían que su lectura original estaba programada por el tribunal para el 28 de diciembre pero fue éste el que la aplazó.


El operativo en Temucuicui contó con la participación de 850 efectivos para registrar un total de 31 viviendas de la comunidad. Los funcionarios fueron “recibidos” con fuego proveniente de armamento pesado, que originó la muerte del inspector Luis Morales Balcazar, un experto táctico, trasladado expresamente desde Iquique a La Araucanía.


Las instrucciones que la Fiscalía de La Araucanía dio a la PDI fueron incautar las plantas de marihuana al interior y exterior de invernaderos e incautar droga prensada, al margen de lo cual los detectives hallaron armas de gran calibre y automóviles robados.

Pero Espinoza no se quedó en la entrega de detalles, ya que realizó un duro emplazamiento a los senadores de la instancia: “la policía necesita ayuda, mucha ayuda, para combatir al narcotráfico, y ustedes no se la han brindado”. Frente a los requerimientos de que en el allanamiento habían detenido a una menor, hija del asesinado Camilo Catrillanca, subió el tono para decir que “no aceptamos que nos vengan a decir que somos violadores de derechos humanos y menos que nos vengan a decir que hemos tratado mal a una pequeña inocente, que está inmersa en una comunidad donde sufre al ver violencia y todo esto a vista y paciencia de las autoridades”. Tajante, les enrostró que “la PDI le ha dado credibilidad al país”.


La categórica y valiente intervención del Director General de la PDI originó, como era de esperar, la reacción de la izquierda, la que le pidió “ubicarse, porque el suyo es un puesto que depende de la política”…En la misma instancia de la Comisión de Seguridad Pública, el ministro del Interior, se limitó a decir que “nosotros no sabíamos del allanamiento” por tratarse de una resolución judicial. A todas luces fue para mejor, porque, en una de ésas, de haberla conocido, el Presidente hubiera instruido no llevar a cabo el operativo.


Héctor Espinoza es un tipo leal con su gente y con su misión.

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