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CONSEJERO PELIGROSO


VOXPRESS.CL.- ‘Escoba nueva barre mejor’, dice el antiguo refrán, y que llevó a un candidato a la Jefatura de Estado a ponerlo en práctica, regalando decenas de miles de miniaturas de dicho utensilio con la banda presidencial: a Carlos Ibáñez, del Campo, agrario laborismo, terminó dándole resultados en 1952.


A una escala menor, desde luego, el flamante presidente de la UDI, el diputado Javier Macaya, y su colega María José Hoffmann, parecen andar con un motor fuera de borda para cambiar la imagen del partido y reafianzarlo como el más votado de la centroderecha. Hasta el tradicional logotipo de la colectividad tendrá modificaciones en sus empeños por cumplir su objetivo de “hacerla mucho más cercano a la gente”.


Macaya viene de ganar las elecciones internas a un tradicionalista de la línea de Van Rysselberghe, el ex senador y ex ministro Víctor Pérez Varela.


Enfrentado al gigantesco escenario de elecciones del 2021, la directiva UDI se dio a la tarea de adiestrar a sus candidatos a todos los cargos en disputa el súper domingo 11 de abril: concejales, alcaldes, gobernadores y Convencionales Constitucionales.


El ciclo de capacitaciones es la apuesta para que entregue herramientas útiles a las cartas del partido que competirán en los comicios del 11 de abril. Esto, en un contexto en que la colectividad cuenta con 2.000 postulantes a concejales, 150 a alcaldes, 60 a la Convención Constitucional y 6 a Gobernadores. Las charlas, debidamente programas y vía zoom, ya comenzaron con la colaboración de la Fundación Jaime Guzmán y del Leadership Institute, dirigido por Darío Paya.


Dos de los más jerárquicos expositores son Evelyn Matthei y Joaquín Lavín, alcaldesa de Providencia y el renunciado de Las Condes, respectivamente. Hasta la fecha, oficial y para el exterior, ambos son las cartas presidenciales del partido para la primaria presidencial del 4 de julio, aunque es un secreto a voces que a esta instancia llegará sólo ella, como la carta UDI, tal como lo reveló públicamente el senador José Antonio Coloma.


Matthei y Lavín difieren radicalmente en visiones políticas, en el análisis de la actualidad y en principios doctrinarios de la UDI, ello desde que el todavía jefe comunal de Las Condes se declaró socialdemócrata.


La participación de ambos es estratégica, ya que su partido los estrujará al máximo mientras mantengan su condición de precandidatos. Hasta el momento, los dos se han centrado en charlas a los postulantes a alcalde, ello en virtud de la experiencia que poseen en dichas funciones. Matthei, además, ya está trabajando duro con todos los aspirantes a Convencionales del bloque Chile Vamos, misión para la cual no fue considerado Lavín.


Se confía en que la misión de Lavín se restrinja a la transmisión de experiencia, aunque los candidatos a alcaldes UDI, a excepción de Daniela Peñaloza, que postula a Las Condes, no lo hacen para dirigir municipios con los tremendos recursos de esta comuna. El renunciado edil construyó su elogiado ‘cosismo’ sobre la base de presupuestos e ingresos muy superiores a los de la mayoría de las municipalidades del país, de modo tal que si ése será su aporte, resultará mínimo.


El riesgo, y gran riesgo, lo correrá el partido en la medida en que Lavín se tiente y transforme las charlas en una difusión de su proyecto de “traje nuevo para Chile” y de la necesidad de un “Gobierno socialdemócrata”, con especial hincapié en que en él “no puede estar la derecha”.


La UDI y la centroderecha pueden confiar en Evelyn Matthei, que ha dado muchas pruebas de su rectitud de principios y fidelidad a la doctrina partidaria, de tal modo que si decide abordar esos terrenos, será una gran ayuda conceptual para absolutamente todos los candidatos. Al revés, la presencia de Lavín en estas asesorías a los candidatos del partido, constituye un peligro. La insignia no hace la igualdad.

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