top of page

UN MODELO NO IMITABLE


VOXPRESS.CL.- “Abuso es la inflexión de algún tipo de daño, que puede ser tanto físico como psíquico, y que, generalmente, tiene lugar y razón de ser gracias al poder que la persona que lo provoca o materializa el tiene sobre aquella a la cual se lo produce, ya sea por una superioridad material que lo protege y le da esa fuerza”.

Quizás algo extensa, pero tremendamente aclaratoria y detallista, es esta definición de lo que significa el abuso de uno o unos sobre otro u otros. No es pura coincidencia que dicha definición calce con la incalificable experiencia que vivieron millares de trabajadores que, sin ambages, fueron burdamente tramitados y hasta engañados por una administradora de fondos de pensiones, al momento de retirar de ella su 10% de fondos de ahorro previsional.

Independiente de la postura que cada cual tenga acerca de este proceso de retiro, urdido políticamente por el Congreso Nacional, y de la ola de consumismo flash que originó el mismo, lo único esperable de esta inédita experiencia era que se ciñera a lo que estableció la norma y satisficiera las instrucciones precisas dadas por la Superintendencia de Previsión.

El modo de retiro se simplificó y se diversificó al máximo, ello con la finalidad de que la gente, siempre urgida por requerimientos varios, tuviese acceso expedito a su propio dinero.

Muy aportilladas por las críticas a raíz de sus excesivas utilidades, las AFP’s son sólo las ejecutoras de un sistema egoísta y cruel de reparto de pensiones, y sobre el cual se ha hablado y escrito mucho, pero hasta el momento nadie ha surgido con alguna solución maciza, fácilmente aplicable y que, por su justicia, deje a todos contentos.

Hidalgamente, hay que reconocer que luego de que la Cámara y el Senado aprobasen el retiro anticipado de fondos, no fueron pocos los que se aprestaron a ser testigos de conductas renuentes a pagar el 10%, concientes todos del impacto adverso que dicho recorte iba a significar en la renta de sus utilidades. No obstante, no ocurrió así, e incluso hubo un par de ellas que se anticipó en depositar ese porcentaje en las cuentas bancarias de sus cotizantes. Sin embargo, hubo excepciones: dos AFP’s, Habitat y Modelo, fueron multadas por la Superintendencia por no respetar las reglas, y la segunda de ellas, simplemente violó el derecho a lo suyo de sus ahorrantes, prometiéndoles fechas de pagos que no cumplió y excusas que nadie pudo certificar.

Esta AFP, una de las más nuevas de la industria y la que, por sus bajas comisiones, concentra el interés de los trabajadores con menos capacidad de ahorro, fue la única que excedió los márgenes de las condiciones mínimas impuestas a los usuarios para proceder a la cobranza: exigió que éstos adjuntaran copia de la cédula de identidad por ambas caras. “Es para evitar fraude” advirtió un vocero de la empresa.

Para agravar su comportamiento, la AFP informó a la Superintendencia que había sufrido un problema tecnológico, siendo que Modelo es de la misma propiedad que Sonda, la compañía latinoamericana más grande en tecnología de la información, tal cual reza su publicidad en los medios de comunicación. No satisfecha con tanta demora para pagar a sus afiliados, les informó que sus respectivos 10% estaban depositados en las respectivas cuentas corrientes bancarias informadas por ellos, lo que tampoco ocurrió, dando origen a largas filas frente a sus oficinas, las que no estuvieron exentas de escándalos, denuncias y del natural riesgo de contaminación del virus dada la aglomeración producida.

Los cotizantes comprobaron que, efectivamente, en sus cuentas de ahorro ya no tenían el 10%, pero dicha suma tampoco había sido recibida por sus bancos. ¿Dónde permaneció, entonces, esa millonada de dólares en ese lapso? Mientras no se realice una investigación acerca de ese misterio, hasta un principiante en fondo de inversiones concluiría que en ese tiempo estuvo rentando, o sea, generando intereses. Dicha “desaparición” carece de otra explicación.

El chairman de la AFP Modelo es Andrés Navarro Haeussler (73), un ingeniero civil industrial de la Universidad Católica que desde sus tiempos de alumnos en el colegio San Ignacio fue muy próximo a la DC. En 1974 fundó la gigante tecnológica Sonda, con sede en Santiago, y filiales en Argentina, Brasil, Colombia, México, Costa Rica, Ecuador, Perú y Uruguay, una multinacional con más de 10 mil empleados. Cuesta entender, de buenas a primera, que siendo esta compañía la que provee todo el soporte informático a Modelo, no haya sido capaz de advertir y superar el “desperfecto” denunciado por ella.

Navarro, con inversiones en Clínica Las Condes y socio mayoritario del complejo turístico de Las Tacas, es también presidente de Salfacorp, Inversiones Orden, Inmobiliaria Servibanca, Microgeo, Activos Financieros y Génesis.

Desde una perspectiva neutral, lo que estuvo en juego en este proceso de retiro parcial de fondos previsionales no fue la sobrevivencia de las administradoras ni el egoísmo del sistema de jubilaciones, sino la rapidez y seriedad con que éstas respondieron a una ley, populista o no, pero ley al fin, que debió ser cumplida dentro de los plazos y modos establecidos, lo que Modelo estuvo muy lejos de satisfacer, ocasionando un claro caso de abuso contra sus afiliados que, con justa indignación, se preguntaban dónde estaba su dinero.

En vías de decisiones cruciales respecto a la institucionalidad del país, el sector empresarial/financiero debe dar señales muy claras de máxima transparencia y seriedad, pero esta AFP se interpuso con una conducta impropia en un capitalista cristiano que burló y abusó de gente, alguna muy modesta, que confió en su administradora. El suyo no es un modelo de hacer negocios.

bottom of page