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OTRA VEZ, CHIPE LIBRE AL NARCOEXTREMISMO


VOXPRESS.CL.- Alumna de un colegio de monjas, pensó en irse a un convento, tras terminar –en ese entonces- sexto de humanidades. Ingresó al Instituto Pedagógico, en Macul, a estudiar Filosofía y a los tres meses ya se sentía toda una revolucionaria, afín al ideario del entonces naciente MIR. Marchó por la candidatura de Salvador Allende y estuvo en todas las manifestaciones de la Unidad Popular (“para defenderlo”) y, más tarde, no se perdía ninguna en contra de Augusto Pinochet: “desfilábamos con banderas y carteles y volvíamos a casa empapadas y fétidas por el agua del guanaco”. Hoy, jubilada, admira a “estos jóvenes que luchan por las ideas que nosotros no pudimos plasmar”, pero les recrimina que usen capuchas: “las peleas hay que darlas a cara descubierta”.

El paso de los años han cambiado los modos de protestar, y por estos días, el país es testigo de un nuevo estilo de violencia política, acorde con el ‘progreso y la modernidad’: el narcoextremismo. Se trata de una alianza implícita criminal/ideológica que tiene como consigna poner fin, a como dé lugar, a la institucionalidad que ha regido a Chile desde 1973. Este pandillaje tiene como primer y directo adversario a Carabineros, y la droga, aportes externos y, recientemente, una tajada del Plan de Emergencia Social, les permiten financiar sus organizaciones territoriales, sus acciones terroristas, el “alimento en campaña” y una asistencia de salud móvil. Su ‘capital’ les hace posible contar con gran número de escopetas, revólveres automáticos, sables, cuchillos y rayos láser encandiladores, al margen de bien construidos escudos para sus ‘primera línea’.

Son los mismos, exactamente los mismos, que originaron el Golpe del 18/O, ideado en Venezuela y destinado a desbancar al Presidente, cuyas acciones fueron abruptamente interrumpidas por la llegada de la peste. A diferencia de aquella oportunidad, a sus actuales fuerzas todavía no se suman universitarios y escolares, protagonistas ya avezados del vandalismo y en la confección de bombas Molotov.

Cuentan con dos radios en internet con “despachos en directo” desde los lugares que ellos llaman de “movilizaciones”. Han estado en operaciones progresivas desde mayo, luego de escuchar el llamado de la comunista presidenta del Colegio de Periodista, quien proclamó que “la violencia no entra en cuarentena”.

Los llamados que hacen sus líderes a través de sus radios son “a tener paciencia” y que mientras se mantengan las restricciones sanitarias “hay que continuar con el trabajo de base”.

De momento arman sus barricadas, saquean, atacan comisarías e incendian en comunas periféricas, como Quilicura, Huechuraba (La Pincoya), Maipú, Cerro Navia, La Pintana y Peñalolén –hasta la fecha, las más afectadas-, pero su objetivo sigue siendo, como la continúan denominando, la “Plaza de la Dignidad”.

“Es cosa que la levanten en Santiago (la cuarentena) y ahí estaremos” se escucha en una de sus radios, cuya audiencia es amplificada por el frenteamplismo y el PC, a través de las redes sociales.

Curiosamente, por decirlo de alguna manera, las autoridades y los medios de comunicaciones mostraron “sorpresa” ante el vandalismo de la noche del 14 de julio, atribuyéndolo a una “presión política” para que la Cámara de Diputados votase en contra de las AFS’s. De haber sido ése el real motivo, a la noche siguiente no hubieran ocurrido los duros enfrentamientos en Estación Central y en la combativa Lo Hermida de Peñalolén, con quema de buses y de una bencinera. Hace quince días, sin ningún pretexto en particular, coordinadamente atacaron durante una misma noche a 40 cuarteles policiales.

Carabineros calcula que en la suma de todas estas manifestaciones vandálicas han participado, aproximado, mil encapuchados, de los cuales han sido detenidos 90 y 48 puestos a disposición de los tribunales. De éstos sólo 8 se hallan en prisión preventiva y otros 8 con arresto domiciliario, o sea, en cuarentena.

El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, en el colmo de su enojo protestó por considerar que es “un escándalo que en medio de la pandemia hagan desórdenes” y anunció, como desde octubre a la fecha, querellas contra quienes resulten responsables.

Todo el país sabe que la sublevación narcoextremista sólo estaba en un ralentí a la espera de volver a sus andanzas con su mirada puesta en el sillón de La Moneda. De momento, sólo de momento, sus acciones devastadoras están canalizadas en la periferia, pero ya llegarán a imponer la más absoluta anormalidad y anarquía en sitios emblemáticos de la capital: es cuestión de tiempo.

Frente a esta realidad, invita a la incredulidad la conducta de las autoridades: no han hecho un trabajo de inteligencia de prevención ni de ‘limpieza’ delictual de los cabecillas, y se limitan a desnudar su sorpresa porque estos extremistas actúan libremente en un Estado de Emergencia –en este caso, de Catástrofe- y durante el toque de queda.

El Intendente Metropolitano, Felipe Guevara, en un intento por atenuar la incertidumbre natural de la comunidad, explicó que “los militares están prestando todo su apoyo; de hecho, en un camión del Ejército se evacuó a reponedores nocturnos desde un supermercado que estaba siendo saqueado”…

Diversos hechos de violencia se registraron durante la noche de este martes y madrugada del miércoles en Santiago, donde sujetos realizaron ataques a comisarías de Carabineros, saqueos y quemaron un bus del transporte público en diversos sectores.

Según los antecedentes policiales recopilados, desconocidos lanzaron distintos objetos contundentes a cuarteles policiales, situación que no habría dejado funcionarios heridos.

Las zonas que recibieron ataques fueron:

  • 54° Comisaría Huechuraba

  • 52° Comisaría Maipú

  • 45° Comisaría Cerro Navia

  • 41° Comisaría La Pintana

  • Subcomisaría de Teniente Merino

  • Subcomisaría de Peñalolén

Asimismo, un bus del sistema de transporte RED fue incendiado en Recoleta, cuyo hecho logró ser captado por usuarios en redes sociales.

El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, señaló esta tarde que se han presentado nueve querellas en contra de 40 personas involucradas en los hechos de violencia ocurridos anoche en la capital, manifestando su expectativa de que los tribunales decreten "medidas cautelares gravosas" ante estas situaciones. Según recordó Galli, la noche del martes se produjeron 19 eventos graves que incluyen 60 delitos por los cuales resultaron 61 detenidos por saqueos, barricadas, desórdenes graves, ataques incendiarios a cuarteles policiales y daños a la propiedad pública y privada.

Cacerolazos, barricadas e incidentes se registraron en diversas regiones en la previa a la votación del retiro del 10% 623 "Condenamos estos hechos de violencia y hemos presentado 9 querellas en contra de 40 personas involucradas en estos graves hechos. Esta violencia no tiene justificación y debe ser condenada sin peros y sin ambigüedades. Por lo mismo, esperamos que los tribunales de justicia decreten medidas cautelares gravosas, prisiones preventivas en los casos de saqueos", comentó. Así indicó que la idea es "dar señales nítidas a la ciudadanía y evitar que estos hechos vuelvan a repetirse", añadiendo que "nada tienen que ver manifestaciones y demandas legítimas con los hechos de violencia ocurridos en la jornada de ayer, ninguna demanda justifica la violencia que vimos en la jornada de la noche de ayer y en la madrugada de este día". "No vamos a aceptar que estos hechos de violencia pretendan amedrentar los procesos democráticos que se están llevando adelante, por lo tanto, vamos a seguir adelante con las acciones judiciales y esperamos medidas cautelares gravosas para quienes resulten responsables para dar señales claras a la ciudadanía de que estos hechos son inaceptables", acotó. A su juicio, resulta "doblemente inaceptable que personas en época de pandemia, estando en toque de queda realicen los hechos que presenciamos ayer".

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