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SOLIDARIDAD CON PUBLICIDAD, UNA MALDAD


VOXPRESS.CL.- Hasta el 2005, los vehículos que debían, o querían, salir desde diversas comunas del centro/oriente de Santiago para ir al aeropuerto, tomar la ruta 5 o caminos hacia la costa, demoraban –promedio- casi una hora. A partir de esa fecha, el trayecto es tres veces menor, ello gracias a la entrada en servicio de la Costanera Norte, vía rápida de tres pistas, con más de 40 kilómetros de extensión.

Quien planificó su construcción, siendo ministro de OO.PP., fue Ricardo Lagos, y él mismo, más tarde, la inauguró como Presidente de la República. Considerada, lejos, la obra pública más importante del país y la autopista urbana más moderna de Latinoamérica, sus millones de usuarios no tienen idea de quién fue su mentor y artífice.

Otra iniciativa que acortó los tiempos de viajes a los santiaguinos que van en dirección sur es, precisamente, la Salida Sur, que une Américo Vespucio con Angostura de Paine. Es un moderno atajo para todos quienes residen en la vasta cadena de comunas del norte y sur oriente de la capital. La idea de su construcción se planteó en los 90 y la ruta fue inaugurada a fines de 2009, de modo tal que en ese lapso, ningún Presidente pudo atribuirse su autoría. A los cientos de miles que utilizan esa pista no les importa saber, ni saben, de quién fue la idea de acortarles sus trayectos.

Las obras, de cualquier naturaleza, son autoría del respectivo Gobierno en su conjunto, y –siempre ha sido así- el que está de turno acostumbra a amplificar y propagar lo hecho para incrementar sus bonos políticos. Aunque por las licitaciones ya no, por mucho tiempo se sostuvo que el Ministerio de OO.PP. era el que más visibilidad daba y que resultaba una buena plataforma para aquéllos con aspiraciones presidenciales por la gran exposición pública de quien desempeñaba el cargo.

Todo lo que hace el Estado, iniciativa de cualquier tamaño y de cualquiera índole, es con dineros fiscales y, por lo mismo, habría que tener un descaro muy grande como pasar por propio algo que es producto de todos los contribuyentes del país.

Valga esta introducción para intentar alguna explicación al controvertido instructivo de La Moneda sobre el modus operandi en la inconclusa entrega de las cajas de emergencia alimentaria a las familias más pobres de las Regiones afectadas por la crisis socioeconómica. El instructivo, redactado por Comunicaciones de Palacio, mandaba resaltar que el envío era poco menos que un regalo personal del Presidente y/o de su esposa, y que debía ser ante las cámaras de TV Su posterior corrección, dado el revuelo que originó, no aminora un hecho muy poco feliz que, conociendo al personaje, tuvo que ser de su autoría.

Han sido, a veces excesivas, las ocasiones en que el Presidente juega partidos personales. En La Moneda, al igual que en tiempos del régimen militar, no se mueve un papel sin que él no sepa y repite a diario a sus ministros que en sus intervenciones deben, obligatoriamente, consignar que lo que anuncian es “por instrucciones del Presidente”.

Las 2,5 millones de cajas de alimento en auxilio de familias requirentes, son financiadas con dineros del Estado y, por consiguiente, con dineros de todos quienes pagan impuestos. Diferente sería que, tal como lo hacen Fundaciones y diversas entidades privadas, que esa ayuda fuese solventada directamente por el bolsillo del Presidente o de su esposa.

Extrañar que en la entrega de las cajas se omita que es una ayuda del Gobierno. Eso es lícito, porque es éste, el Gobierno, el que hoy está a cargo del Estado, y, por lo mismo, llama la atención que no se aproveche esta ocasión para ‘vender’ la coalición oficialista, que, nos imaginamos, aspira a mantenerse en el poder. Ése no parece ser asunto del Presidente, porque de lo que él está preocupado es de mejorar su propia imagen y, ojalá, seguir subiendo puntos en las encuestas políticas de adhesión popular. Su obsesión es recuperarse –lo más posible- de su estrepitoso derrumbe posterior al ‘octubrazo’. Su ego se lo exige:Le entregó al adversario en bandeja la Constitución y, ahora, la cabeza de su amigo Jaime Mañalich.

Paralelamente a ello, vergonzosa ha sido la reacción asumida por la izquierda opositora, la cual ha desgarrado vestiduras por este aprovechamiento personal del Presidente en una instancia solidaria. Olvidan los políticos de dicho sector algunos episodios protagonizados por su ex Presidenta socialista muy similares y casi iguales al actual. La entonces Mandataria Michelle Bachelet recorrió personalmente hospitales, regalando ajuares a madres parturientas, y, en un hecho sin precedentes por lo grotesco, cortó la cinta del nuevo hospital de Curepto, que no estaba terminado y que carecía de enfermos: los llevaron de otros lados para que aparecieran en la foto. Concluida la ceremonia fueron devueltos a las ciudades donde estaban internados.

En un país, como éste, que hasta tiene un Mes de la Solidaridad, lo menos que luce es, precisamente, una virtud de la que se hace gala sin saber de qué se trata y en qué consiste. Un viejo proverbio político dice que, al igual que las gallinas, “hay que cacarear cuando se ponen huevos”, y eso no constituye anomalía en cuanto no se mienta, no se engañe ni se obtengan réditos personales con recursos que no son propios. Millones de niños de este país se han moldeado por un mensaje tan simple y valórico como “que tu mano izquierda no sepa lo que da la derecha”, y no ha llegado la hora de sustituirlo por bajezas.

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