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LAS ALUCINACIONES DE UN BACHELETISTA


VOXPRESS.CL.- Nicolás Eyzaguirre Guzmán, ex ministro de Educación y Hacienda del segundo y desastroso Gobierno de Michelle Bachelet., debe ser uno de los funcionarios de la Concertación y de la Nueva Mayoría menos indicado para hacer juicios políticos acerca de sus adversarios y, lo peor, efectuar comparaciones entre lo que “habría hecho”, pero no hizo, su ex jefa y amiga de guitarreos cuando ambos eran adolescentes. Autor de la polémica revelación de que “sus amigos le decíamos la gordi”, este economista dedica su tiempo a recorrer programas de TV y atender cuanta consulta periodística se le haga para atacar a la actual administración.

Parece haber olvidado que fue uno de los pocos que, al menos públicamente, suscribió a la implementación del ‘Muro’, el texto del modelo totalitario para sustituir al neoliberal, escrito por Alberto Arenas e identificado como “retroexcavadora” por el senador Jaime Quintana, también PPD como él.

La perfomance de Eyzaguirre en la cartera de Educación debe ser de las peores en la trayectoria de dicho ministerio y su idea, genial, para equiparar las oportunidades de estudio de los escolares, fue que “quitarles los patines a los niños del barrio alto y pasárselos a los más pobres, y, así, progresarán más rápido”. Su juicio originó un gran estallido en todo el ámbito de colegios subvencionados y particulares, lo que precipitó que Bachelet no demorase en sacarlo del cargo, y no por su comentada siesta mientras ella ofrecía una conferencia.

Convertido hoy en comentarista de las actuaciones de este Gobierno, sin siquiera ruborizarse manifestó que “me hubiera encantado que durante el período de Bachelet, la oposición hubiese tenido una actitud tan cooperadora como estamos teniendo nosotros”. No es fácil encontrar a otro personaje en las administraciones de izquierda con tan asombrosa capacidad de cinismo.

Como si se tratase de un experto en la materia, no se había escuchado a un cercano a la ex Presidenta, referirse con tanta soberbia al actual manejo de la crisis sanitaria: “a este Gobierno hay que darle el beneficio a la duda…, porque ha hecho esfuerzos por aumentar las camas UCI, contar con más Ventiladores mecánicos y hacer más testeos para detectar contagiados”.

De atrasito, entró a la crítica dura, al decir que “los ministros no tienen una lectura única, lo que quedó claro con la polémica entre Salud y Educación, respecto a terminar las clases. Que un ministro descalifique lo que hace otro me parece francamente lo último… Yo estuve diez años en el Gobierno y no sé qué me habría pasado”.

Con dicho juicio, borra sus propias expresiones a una revista (Capital), tras la derrota de la izquierda en las presidenciales del 2017: “perdimos la elección, porque el país nos pasó la cuenta por no ponernos de acuerdo…En el Gobierno prevaleció la división y el enfrentamiento de grupos”.

Con gran atrevimiento, Eyzaguirre tuvo la intrepidez de “imaginarse” cómo hubiera manejado esta crisis Michelle Bachelet: “se habría impuesto una política distinta a la del Gobierno actual. Hubiese optado, creo yo, por el modelo de Ángela Merkel, quien tiene los mejores indicadores del mundo en términos de la cantidad de testeos que ha hecho por habitante y la cantidad de recuperados respecto de los infectados”.

Su condición de político amateur traicionó al ex ministro, quien parte su juicio de dos errores conceptuales: uno, asume supuestos, y el otro, se desentiende de la realidad de la salud pública en tiempos de “su” Presidenta. Su amiga de juventud demostró no ser experta en emergencias: para el maremoto de 2010, notificó al país que levantaba la alerta de tsunami “porque no hay riesgos”: los muertos y desaparecidos no hablan.

Alguien, como un economista, como él, que estudió en Harvard podría hacer gala de una óptica racionalista y no casi caricaturesca. El poner en un mismo nivel los medios y la tecnología de Alemania y de Chile, por mucho que se trate de una suposición suya, es un chiste. Pese a toda su modernidad y sistema de prevención, en dicho país igual se produjo un rebrote del virus.

Eyzaguirre, no conforme con su loca imaginación, cae en el vicio de todo izquierdista, al criticar “la política presidencial” de anunciar una lenta apertura para salir del inmovilismo total del país, haciendo un símil con decisiones parecidas asumidas por Donald Trump, “lo que, claramente, constituye un error”. Pudo mover el mapa y se habría encontrado con que la comunista China, la socialista España y el ex camarada y agente de la KGB, Vladimir Putin, están dando los mismos pasos para retomar la normalidad, aunque en la anormalidad.

Es deplorable que individuos tan descaradamente arbitrarios y sesgados ideológicamente, tengan tribuna para que actúen como jueces –objetivos, desde luego- de circunstancias que les son totalmente ajenas y desconocidas. Lo lógico, dentro de esta ilógica de las comunicaciones, debió ser que se refiriera a lo que estudió y, aparentemente, sabe: la gran recesión económica. Pero, la culpa no es del chancho…

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