LA VOZ DEL PUEBLO, ANTES Y DESPUÉS DE OCTUBRE

VOXPRESS.CL.- En ésta su segunda etapa, muy social y solidaria, de su Gobierno, el Presidente de la República reitera, con cierta majadería, que “hemos escuchado a la gente”, y en el último Comité Político insistió a sus ministros en que hay que seguir haciéndolo “con mucha fidelidad”.
Luego de conocer los resultados de la encuesta CEP de diciembre de 2019, la consulta pública más creíble del país, resulta inevitable preguntarse ¿quién escucha a quién?, porque, de acuerdo al desenlace de la misma, no queda la impresión de que la población modificó sustancialmente su percepción socio/política después del Golpe extremista del 18 de octubre.
Los datos de las encuestas de mayo y de diciembre, supuestamente, debieron reflejar una marcada diferencia en la percepción ciudadana, en especial por este ‘nuevo Chile’ fundado por el extremismo el 18 de octubre. No obstante, apegándose a las cifras y pese al deterioro general del país, según la encuesta difundida recientemente existe una menor inquietud de la gente por la seguridad ciudadana, por el empleo y hasta por la pobreza… Según las conclusiones de la consulta, se refleja una mayor atención al discurso ideológico sobre la desigualdad, loas bajos sueldos y los derechos humanos, éstos que no figuraron en el sondeo del invierno pasado.
Al caer –curiosamente- el temor a la delincuencia, logró imponerse entre los consultados el discurso –falso, por cierto- de las manifestaciones pacíficas, pese a que el país parece haber sido azotado por una guerra.
Pareciera ser que la CEP, al igual que todas las demás, está igualmente contaminada por la influencia de ‘anónimos y aleatorios entrevistados’ que, con sus respuestas aleccionadas, direccionan los resultados. Una incoherencia inadmisible resalta en el ítem de los ‘personajes públicos’ mejor evaluados, ya que pertenecen al segmento peor evaluado, el de los políticos. Lo más desconcertante es que los mencionados tienen hipotecada su representatividad.
El de mayor preferencia se repitió, Joaquín Lavín, siendo que en los últimos meses perdió prácticamente toda la eventual adhesión de la centroderecha. Ello induce al convencimiento, como lo hemos sostenido muchas veces, que su mención está intencionadamente ‘inflada’ no por los encuestadores sino por los consultados, y ello con claros fines de originar un desconcierto en la masa votante no izquierdista. Más confusión sobre su hipotético real respaldo lo sugiere, según el CEP, el perfil de quienes lo apoyan: “mujeres de centro y de izquierda de entre 35 y 45 años, de Regiones”…Ni siquiera los habitantes de su propia comuna.
El mismo fenómeno, pero al revés, por intereses específicos de un sector de la ultra izquierda, vale para Jorge Sharp, el alcalde de Valparaíso. Esta ciudad es la más destruida en todo el país por el saquero extremista, con ruinas vergonzosas para un Patrimonio de la Humanidad, y con un mugrerío que ahuyenta al turista más despistado. A ello hay que agregar el cierre obligado, por saqueos o cesantía, de un 20% del comercio establecido, el desplome del turismo y la indiferencia del edil ante el drama de millares de habitantes que quedaron sin viviendas por devastadores incendios en varios cerros del puerto.
Sin embargo, la gran preocupación del jefe comunal es que “si ganamos el SÍ en el plebiscito constituyente, después vamos a ir por todo…”.
Sharp es el arquetipo del inconformismo total: es inquisidor con su propia gente del Frente Amplio, libre pensador, rabioso anti Carabineros y empeñado en poner fin en breve al modelo neoliberal para reemplazarlo por otro elaborado “por la gente”. Es la figura más importante detrás del “Con Todo”, revolucionarios que están organizado un paro general indefinido para el 11 de marzo “hasta que renuncie el Presidente”. Queda claro que como alcalde, está ‘en otra’.
Una ‘coincidencia’ digna de ser considerada es que Sharp es ‘ídolo´ entre la juventud universitaria extremista, la misma que ha llevado la voz cantante en las protestas y en el vandalismo. En mayo de 2019, en la misma encuesta de ‘popularidad’, apareció séptimo y ahora, tras el Golpe, está segundo…
Independiente de estos antecedentes, igual resulta suspicaz que los dos individuos mejor evaluados por la población sean sólo alcaldes, cuyas gestiones suelen no repercutir más allá de los límites de sus respectivas comunas. Carece de lógica y de sentido común que una encuesta a nivel nacional, con opiniones recogidas en todo el territorio, suba a jefes municipales a los dos primeros lugares del podio.
Si este dato es un motivo de desconcierto, más sugerente resulta que en un tercer lugar de ‘políticos famosos’ se ubique Michelle Bachelet, quien lleva dos años fuera del país y carga el estigma de, por dos veces, perder el poder socialista y entregarlo a la centroderecha. En su caso, la vía más simple y directa para comprender su aparición, siendo que en forma reiterada ha asegurado su jubilación de la política chilena, es la intervención en el mundo de los entrevistados de la izquierda tradicional.
Si se analizan comparativamente las 10 primeras demandas de los chilenos, consignadas como problemas que más le preocupan, el resultado de la encuesta de diciembre revela no haberles afectado las consecuencias sociales y económicas del Golpe, ni el impacto de ciudades en ruinas, ni los cientos de miles de desempleados ni su inseguridad permanente a raíz de las interminables acciones vandálicas, ni los comercios blindados ni el considerable número de comunas sin retail, ni dispensadores de dinero ni centros de abastecimiento por haber sido saqueados.
Resulta incomprensible, por decir lo menos, que si en mayo la inseguridad ciudadana ocupaba el primer lugar de las preocupaciones ciudadanas, hoy, en medio del caos y la violencia cotidiana, esa inquietud haya descendido al quinto lugar…, pese al miedo generalizado de la gente, que se enfrenta con el violentismo político a cualquiera hora y en cualquier lugar. El ladrón y el asaltante común lo hacen a cambio de un rédito, de un botín por precario que sea, en cambio el extremista ataca y destruye por odio, por el placer de una venganza contra el sistema.
Otra conclusión inentendible dice relación con el empleo. Pese a que, tras el Golpe, van casi 300 mil puestos de trabajo perdidos el temor a la cesantía descendió desde el sexto al octavo lugar…
Un ítem que en mayo no estuvo mencionado por la gente entre los 10 primeros, tuvo, ahora, su aparición en el décimo lugar, los derechos humanos, uno de los más fervorosos y odiosos discursos cotidianos del extremismo en contra de Carabineros.
Por sobre todas estas incoherencias y contradicciones acerca del sentir ciudadano, la encuesta CEP de diciembre, si algo logró de modo categórico fue dejar en evidencia que la población nada quiere saber con una nueva Constitución. Pese a la campaña orquestada por el PC y el Frente Amplio al día siguiente del 18 de octubre y pese al adoctrinamiento ideológico vecinal, el tema ni siquiera alcanzó a quedar entre las 10 principales inquietudes de los chilenos. Dicha supuesta ‘necesidad’ no apareció ni en la encuesta de mayo ni en esta de diciembre, lo que demuestra que la tradicional ‘intervención’ de la izquierda en las respuestas no resultó suficiente para imponer, al menos en este ítem, su prepotente injerencia.