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LA ARBITRARIA Y ABUSIVA CAMPAÑA DEL SÍ


VOXPRESS.CL.- A nadie puede llamar la atención la guerra sucia que ya ha iniciado la izquierda con motivo del plebiscito constitucional. Voceros y caudillitos de todos sus movimientos y organizaciones han advertido, sin el menor pudor, que “no podemos hacernos responsables de lo que llegue a pasar en caso de que gane el NO”, en una desvergonzada amenaza que refleja que la oposición impulsa por la fuerza una nueva Constitución, cumpliendo, así, la promesa incumplida de Michelle Bachelet.

Por la multiplicidad de antecedentes históricos, la izquierda adecua sus conductas a su ideología por sobre la voluntad y deseo de los pueblos. La población medianamente informada sabe que, en la práctica, una nueva Constitución no le va ni le viene, porque no le resuelve ninguno de sus problemas sociales y económicos. El cambiarla nunca ha estado en la agenda de la gente, porque jamás ésta ha sentido vulnerado sus derechos y libertades.

Escudándose en la debilidad de un Gobierno entreguista y fantasmal, la oposición le dirige cotidianamente un mensaje engañoso a la opinión pública: “una nueva Constitución le dará una mejor vida”. Ello es la peor parte de esta campaña sucia, porque lo que pretende es sustituir el sistema institucional por uno acorde al socialismo internacional, tal como lo programaron, pero fracasaron, Alberto Arenas con su revolucionario modelo totalitario y Jaime Quintana, con su retroexcavadora.

Chile, y ello es así, está dividido entre quienes votarán por el No y quienes lo harán por el Sí, al más puro estilo del plebiscito del 88, pero con una diferencia notable y trascendental: en aquel año, el NO significaba el fin de un régimen autoritario y ahora equivale volver a un totalitarismo pero de izquierda.

El gran temor de la oposición es que este anhelo frustrado en el Gobierno socialista de Bachelet continúe frustrándose, y por ello es que ha iniciado con viento a favor esta campaña del terror, primero mintiendo, y luego amenazando con el descontrol y desbande total que se va a producir en caso de que la ciudadanía vote en contra de una nueva Constitución.

El extremismo, con su intento de derrocamiento del Presidente el 18 de octubre del año pasado, sabe, y muy bien, que la población, así como el Gobierno centroderechista, quedaron aturdidos y, lo peor, timoratos e inhibidos por el inusitado vandalismo de las incesantes manifestaciones públicas. El odio político atemorizó a tal grado a la población que el reciente Año Nuevo debe haber sido uno de los más opacos y reprimidos que se recuerden.

El planificado Golpe blanco del 18/O dejó a la población temerosa por la abusadora prepotencia de la izquierda, y ésta lo sabe. Se colgó, entonces, de este estado generalizado de paralización para acosarla, ahora, con la advertencia de que todo podrá empeorar si se pronuncia por el NO en el plebiscito del 26 de abril.

Dos personajes de la izquierda no tuvieron empacho en confirmarlo, y ambos, por coincidencia, son profesores de Estado, uno de inglés y el otro, de castellano.

El primero, Heraldo Muñoz, ex funcionario internacional y ex Canciller y hoy presidente del PPD, aseguró –textual- que “no puedo garantizar que habrá tranquilidad en el país de ganar el NO”, en tanto su camarada de partido y titular de la mesa del Senado, Jaime Quintana, no sólo ratificó las expresiones de aquél, sino anunció que pedirá al SERVEL que investigue el origen y los fondos de los videos que andan circulando a favor del NO, “porque ellos tienen autores y financiamientos y eso no está permitido por ley”…

Con esta talla de profesores se explica el estado de postración de nuestra Educación. La ignorancia de Quintana es supina, porque desconoce que el SERVEL sólo fiscaliza las franjas legales de publicidad electoral.

En su desconcierto, confusión y derrotismo, el Presidente de la República cree que “lo peor ya pasó” en cuanto a vandalismo callejero, pero lo concreto es que este ambiente de violencia y destrucción se mantendrá al tope, tal como lo ha anunciado formalmente el extremismo y lo ratificó Heraldo Muñoz, al asegurar que “el Mandatario parecer vivir en otro país”.

El oficialismo, la oposición y los independientes saben que, llegado el momento, el Presidente de la República votará NO porque la actual Constitución refleja totalmente su ADN. Pero en su afán de salvar el pellejo y resultarle simpático a la oposición, con un populismo traicionero se ha sumado con total descaro al deseo de una nueva Constitución “más justa”…

Su histriónica y artificial nueva postura lo ha llevado a sustentar la más escandalosa arbitrariedad impulsada por un organismo público, como el CNTV, sobre las franjas publicitarias obligatorias para el plebiscito constitucional.

El CNTV resolvió que “cada una de las cuatro opciones en juego” (aprobar o rechazar la nueva Constitución y convención mixta o convención constituyente) tendrá 7,5 minutos en pantalla. Esto es una confabulación, porque alternativas hay sólo dos, NO o SÍ, y exclusivamente dentro de esta última, el votante tendrá que escoger cuál método le agrada. En el colmo de una arbitrariedad que constituye un abuso para los contribuyentes que lo financian, el Consejo “estudia” que haya una quinta franja reservada sólo a “las organizaciones civiles”, las que, obviamente, no serán la Teletón, el Hogar de Cristo, la Cruz Roja o la Defensa Civil.

Han sido precisamente las “organizaciones civiles” las que están detrás del vandalismo político y, también, detrás de los “conversatorios” vecinales de adoctrinamiento ideológico para el plebiscito de abril.

Si a más de 90 días del objetivo de esta sucia campaña ya en pleno vuelo, es de imaginarse que podrá ocurrir en las próximas semanas y meses, una vez que se vayan conociendo encuestas con intenciones de votos. El escenario está listo para adquirir un color más negro del que ya tiene, y todo ‘en nombre’ de la ciudadanía, una ciudadanía que no está ‘ni ahí’ con uno de los más grandes fraudes preparados por la izquierda para torcer el rumbo político del país.

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