EL FANTASMA LAVÍN ASUSTA A TODOS

VOXPRESS.CL.- La UDI quedó más que quejumbrosa con el último cambio de gabinete decretado por el Presidente. Sus dirigentes dicen "no existir explicaciones para haber perdido los equilibrios", en alusión a la salida de su militante ex ministra de Energía, Susana Jiménez, cercana colaboradora del asesor del segundo piso de La Moneda, Cristián Larroulet, cuando ambos trabajaron codo a codo en el Instituto Libertad y Desarrollo.
El ministro del Interior e histórico UDI, Andrés Chadwick, tuvo que deshacerse en explicaciones en el Consejo Directivo Nacional de sus partido, y su justificación de que "el Presidente no tuvo mala intención" dejó a todos perplejos y más confundidos que antes. El enojo apuntaba a que RN ganó un cupo más en el Gabinete, en este caso la Cancillería con Teodoro Ribera.
En cuestión de horas, la UDI pasó de la gloria a la tragedia, pues en la víspera del cambio de Gabinete, el partido se había informado del desenlace de la encuesta CEP en el ítem de políticos con mayor reconocimiento público, y Joaquín Lavín, uno de sus cachorros fundadores, simplemente arrasa. Tiene más de un 58% de evaluación positiva, seguido con un 38% por Michelle Bachelet…
Treinta puntos más debajo de Lavín aparecen algunos de quienes se sienten presidenciables. No hay registro reciente de un escenario así en las encuestas que periódicamente se realizan para medir el nivel de adhesión a eventuales aspirantes a La Moneda. No vale la pena mencionar a la cantidad de politiquitos interesados en suceder a Piñera, en ambos bandos, que se encuentran muy abajo o no son ni consignados. Basta con un ejemplo: el candidato personal del Mandatario para sucederlo ni siquiera figura: Alfredo Moreno, premiado con OO.PP., tras su fracaso en Desarrollo Social.
El tiempo en política corre más rápido que para otros sectores, de modo que no se puede observar superficialmente este increíble fenómeno de Lavín, que por lo visto, no sólo tiene adhesión en el mundo de su pelo político. Es un tipo que por su composición humana, por su forma de vestirse, por el tono de sus voz y hasta por sus anteojos, transmite calidez y buena onda. Con un magíster en economía en la Universidad de Chicago nunca ha sobresalido en el mundo de los genios del ámbito financiero y jamás ha hecho gala de ser co/propietario de la Universidad del Desarrollo de Santiago y Concepción. Excepto haber sido decano y hacer clases, nunca ha echado encima ningún tipo de poder.
Mantiene la imagen del "gallito de pelea" que fue su eslogan de su primera campaña a diputado. No fue electo y, luego, perdió una senatorial por Valparaíso y tuvo en jaque a Ricardo Lagos, a quien llevó a una segunda vuelta presidencial el 2000. Fue alcalde de Las Condes y de Santiago.
Para las municipales de octubre de 2016 puso a dedo como candidata para Santiago a una sobrina, pero luego la excluyó para autoproclamarse él como aspirante. El ex concejal Felipe Alessandri Vergara (RN) no aceptó darle el paso y exigió una consulta vecinal entre ambos para determinar al postulante: Vergara arrasó en las preferencias y Lavín le reconoció su mejor derecho.
Buen gesto el suyo y más amistoso aún el de Francisco de la Maza (UDI) que le ofreció su sillón alcaldicio en Las Condes, porque él no repostularía para intentar una aventura presidencial al año siguiente.
De De la Maza no se supo en esa instancia, pero dejó bien instalado a Lavín, con un gran capital de votos y con una municipalidad colmada de recursos y de buenas obras, de subsidios, de talleres, de una muy buena vigilancia vecinal, de políticas de prevención, colegios excelentemente potenciados, veterinarios gratis y con una clínica municipal de muy bajo costo.
Lavín -aunque no fue la primera mayoría nacional entre los alcaldes- no tuvo más que sentarse en el sillón que le dejó De la Maza, y con su gran número de asesores apuntó a más beneficios, de los ya existentes, que podía ofrecerle a sus vecinos. Acertó, quizás, en el más crucial de todos, especialmente en estos momentos: darle pelea sin tregua a la delincuencia, al consumo de alcohol y de drogas. Con algunas iniciativas muy valiosas y otras algo locas -el castigo al piropo callejero y utilizar a menores para espiar a botillerías que expenden licores a menores-, hoy es puesto como ejemplo en la principal inquietud de los chilenos: la inseguridad. Se le considera símbolo de un combate que el Estado esta perdiendo contra el consumo de alcohol y, especialmente, de drogas.
El alcalde de Las Condes tiene visibilidad nacional gracias a la TV, que lo muestra casi cotidianamente anunciando medidas a favor de los vecinos y refiriéndose a medidas para paliar los problemas que afectan con más fuerza a los chilenos. Interpreta los miedos de padres y madres que observan con pánico las graves amenazas a sus hijos. El país tiene, aún, a familias repartidas a su largo y ancho con capacidad de asombro y tenores por la violencia, el descontrol, el libertinaje y los malos ejemplos que imperan sin Dios ni ley en las capitales provinciales y regionales.
Lavín tiene un estatus a nivel nacional, pero no porque su partido haya hecho sondeos e investigaciones al respecto. Él es conocido gracias a la radio, y especialmente a la TV, porque sabe utilizarla para transmitir lo que la gente quiere oír. Su gran límite con el resto de la población nacional es que todas sus soluciones son aplicables sólo a una comuna -la suya-, cuyo municipio disfruta de una caja de recursos que no tiene ninguna otra.
Joaquín Lavín Infante no encaja en definición alguna de político tradicional: si no sabe, pregunta: si quiere conocer más, se informa; si hay que acudir a una urgencia vecinal, lo hace. Prevalecen en él sentimientos cristianos al servicio de los desposeídos y ha tenido la valentía de enfrentarse a sectores de poder por su pertinaz objetivo de construir en su comuna viviendas sociales.
El punto de inflexión radica en algunas interrogantes: ¿lo aplicable en una sola comuna es posible hacerlo en todo el país? ¿Es lo mismo manejarse con recursos millonarios, como en Las Condes, que hacerlo desde un Fisco medio desfinanciado que debe ayudar a todo el país por igual? Suena tremendamente diferente la guitarra de un alcalde a la de un Presidente. Lavín nunca ha sido el estereotipo de un político, y por eso le ha ido bien. Pero le ha ido bien en su comuna, en Las Condes, sólo una pequeñita porción del territorio nacional. De lo otro, de su popularidad, se ha encargado la TV.