UN CAPITAL EN RIESGO

VOXPRESS.CL.- Partiendo de la base de que hay quienes las desechan y que hay algunas rotundamente fallidas, las encuestas, específicamente las políticas, constituyen un juego ciertamente especulativo pero que, quiérase o no, marcan una tendencia.
Así como se equivocaron en la pasada elección presidencial en Estados Unidos, al vaticinar el triunfo de la (derrotada) demócrata Hillary Clinton, en Chile acertaron de comienzo a fin con la victoria del candidato de Chile Vamos. En las últimas evaluaciones respecto al Gobierno encabezado por Sebastián Piñera, éste ha bajado más que subido en la percepción popular, sin embargo la coalición que lo catapultó a La Moneda se mantiene como la primera para la gente y, lo digno de destacar, como la de "mejor imagen".
Esta dicotomía es la que explica la creciente disociación de visiones entre el Presidente y los partidos del bloque oficialista. No pasó inadvertida la ausencia del Mandatario en la celebración de un nuevo aniversario de RN.
Creíbles o no, boletas de garantía o probabilidad pura, las encuestas son una técnica que permite indagar las
opiniones de la gente sobre una infinidad de temas y materias, constituyéndose en el más expedito
método para recolectar información.
Como son multipropósito, entre sus finalidades está medir las preferencias políticas. Con este objetivo, CADEM se lanzó a la calle para obtener, por parte de la población, una radiografía de los partidos políticos, y el resultado, una vez más, fue desalentador para la izquierda. Este solo antecedente basta para explicarse el porqué la oposición continúa en su odiosa estrategia de obstruir el programa legislativo del Gobierno. Queda definitivamente en claro que su postura obstaculizadora nada tiene que ver con grandes diferencias de conceptos sobre los proyectos gubernamentales, sino con su desmedrada percepción popular.
Esta certeza la refuerzan las opiniones favorables a la reforma laboral de cinco economistas del progresismo, entre ellos ex ministros de Bachelet.
En cuanto a la adhesión de la gente con los partidos, la encuesta CADEM dio como resultado que un 28% de los entrevistados se identifica con Chile Vamos, un 16% con el Frente Amplio, un 13% con la DC y sólo un 12% con la (ex) Nueva Mayoría. Créase o no, un 27% se declaró "independiente".
Se sondeó, también, la imagen de los partidos, sin que ninguno lograse un 50%. El mejor calificado resultó ser Renovación Nacional, con un 44% de imagen “buena” o “muy buena”, seguido por Revolución Democrática y Evópoli, con un 39%, cada uno.
Debe asumirse con mucha atención el valor de lo que esta opinión popular significa. Chile Vamos, y, por ende RN, son permanentemente blancos de ácidas críticas de la oposición y del tratamiento arbitrario del periodismo, cada día más comprometido y menos neutral.
En cualquiera actividad de la vida, y muy especialmente en la política, es duro y complejo pasarse las horas remando contra la corriente y saliendo, a cada rato, a aclarar falsedades, interpretaciones antojadizas y defenderse de los más grotescos ataques. Redunda en un doble esfuerzo el no poder estar permanentemente en una actitud proactiva, natural en todo Gobierno, por tener que priorizar aclaraciones, desmentidos y perseverar ante la opinión pública respecto a que las "verdades" opositoras son inexistente. A ésa de por sí pesada carga, Chile Vamos se enfrenta, con cierta frecuencia, a los errores no forzados de la Presidencia.
Sebastián Piñera, a sabiendas de que abandonará La Moneda en marzo del 2022, se halla en plena carrera `por un posicionamiento internacional, pero el destino de Chile Vamos está en el país: poder decirle a la gente que cumplió y que, efectivamente, llegaron días mejores, camino ineludible para aspirar a otro período en el poder. Ese objetivo está, de momento, enfrentando turbulencias por una coyuntura doméstica que está afectando directamente al bolsillo de la clase media y a las familias más vulnerables.
El mayor costo del dinero, el alejamiento de la posibilidad de adquirir una vivienda, el 'bicicleteo' para pagar las deudas, la carestía de los alimentos y el alza constante de los precios de la energía y combustibles, conforman un escenario que pone en riesgo este capital de Chile Vamos de ser el bloque político más reconocido y la muy buena imagen pública que tiene, en particular, Renovación Nacional.
Aún es tiempo de dejar de pensar sólo en grande y de pensar también en chico para obtener el mejor provecho a este plus de adhesión popular.