LA APROBLEMADA CIUDADANÍA "ULTRADERECHISTA"

VOXPRESS.CL:- Unas declaraciones fuera de lo común, y algo extravagantes como suelen ser algunas de sus conductas, no sólo dejaron en ridículo al senador Ricardo Lagos Weber, sino, revelaron los límites a los cuales es capaz de llegar el socialismo para recuperar su perdida adhesión popular.
Sorprendió a todos que un socialdemócrata como Lagos Weber --PPD, ex presidente del Senado- se uniera al frenesí de la (ex) Nueva Mayoría en sus destemplados llamados de unidad a la oposición para confrontar al Gobierno y hacerlo fracasar. En respuesta a su clamor, uno de los emblemas del Frente Amplio, el autonomista alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, afirmó que "es altamente improbable que el Frente llegue a algún acuerdo con la Nueva Mayoría para las elecciones municipales".
La súbita aparición de Lagos Jr. en esta oleada de ruegos por un acuerdo opositor, fundamentalmente del PS y del PC, hay que entenderla como un "téngase presente" del senador en la carrera presidencial. La suya fue una reacción al llamado de su colega Felipe Harboe, en cuanto a que "el postulante del PPD debe ser de las generaciones jóvenes", pero fundamentalmente a la permanencia de Heraldo Muñoz como el primer o segundo nombre del sector en todas las encuestas.
El hijo del ex Mandatario se pasó de la raya, al afirmar que "si no nos articulamos en la oposición, le pavimentaremos el camino a la ultraderecha". Como suponemos que habrá conversado muchas veces con su padre acerca del tema, su expresa alusión a la "ultraderecha" habrá que atribuirla a una de sus habituales salidas de madre, porque, también nos imaginamos, que entre sus conocimientos de la política debe tener claro los conceptos.
Dicho vocablo fue acordado por la izquierda chilena, tras el arrollador triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil. A partir de la expulsión, por corrupto, del socialismo en dicho país, el progresismo criollo instaló el concepto de "ultraderecha" en su lenguaje y lo extendió al periodismo.
La idea de la oposición y de las corrientes extremistas es penetrar el consciente colectivo respecto a que todo aquél que no es de izquierda es un "conservador a ultranza", un "retrógrado", y que, con tales características, es asociable a las dictaduras y a prácticas anti-democráticas.
No sólo en Sudamérica, sino también en Europa, ha habido una reacción de los ciudadanos a los turbios manejos y la corrupción de regímenes de izquierda, que imponen arbitrariamente sus doctrinas. Colocan a los pueblos al servicio de sus partidos y nos los partidos al servicio de la gente.
Este agotamiento quedó al desnudo con las últimas elecciones generales en España, donde VOX, un partido casi recién fundado, llegó a 24 diputados. ¿Cuál fue su mérito?: representar el sentir de los ciudadanos frente al abuso de poder y al devastador atropello a las normas de convivencia.
Desde que hace muy poquito VOX surgió como opción política, el socialismo nunca lo mencionó por su nombre, sino simplemente como "ultraderecha", peligrosa y amenazante de dar un Golpe de Estado sin tener siquiera una pistola a fogueo.
El socialismo es una ideología solidaria sin fronteras que impone una regla común para países de distintas raíces, características y suele
Es escabroso escuchar las descalificaciones a una supuesta "ultraderecha" a quienes son emblema y símbolo de una ideología criminal que causó la muerte de 60 millones de seres humanos en China, 25 millones en la URSS, 17 millones en África, 1,3 millones en Afganistán, 2 millones en Corea del Norte y Camboya y un millón en Vietnam y Europa del Este.
En Latinoamérica, 'felizmente', sólo dejó 150 mil muertos.
Como la izquierda tiene una red mundial de intercomunicaciones y difusión, este sangriento pasado reciente se oculta, tal como eliminó de la historia de Chile el oscurísimo capítulo de la Unidad Popular.
No obstante, la derecha, que no tiene porqué avergonzarse por denominarse así, parece inhibida de transmitir todo el progreso y desarrollo que ha brindado a porciones importantes del mundo. No divulga que al enfrentar a la izquierda, salva a las poblaciones de ser duramente esclavizadas, y -al menos en Chile- da la sensación de que no dimensiona la inmensa diversidad social que la respalda. Si así los definió una comunista como Cavilla Vallejo, es más que un honor ser apoyado por los 'fachos pobres'.
Esa diversidad de personas y de clases, aproblemada y afligida pero con sueños de progreso, es la que, según Lagos Weber, hay que combatir por "ultraderechista".