top of page

EL JUEGO DEL TOTALITARISMO Y LA TOLERANCIA


VOXPRESS.CL.- A los pocos días de asumir en marzo de 2018, el Presidente puso a prueba su política de los acuerdos, al convocar a La Moneda a mesas de diálogos transversales para que sus variopintos integrantes contribuyeran a proponer ideas sobre los que, según él, serían los pilares de su Gobierno.

Con quienes estuvieron dispuestos a dialogar se conformaron mesas de trabajo sobre seguridad ciudadana, salud, La Araucanía y desarrollo social. Las comisiones funcionaron y terminaron entregando conclusiones.

El PC se negó rotundamente a participar en ellas porque "se pretende legislar a puertas cerradas en La Moneda", en tanto la directiva del PS asistió a Palacio, expresamente a decir "no", porque "las leyes se discuten de cara al país, y para eso está el Congreso". El más extremistas de todos, el Frente Amplio, sí participó, gracia s la presencia del diputado Gabriel Boric, aunque ello originó una tempestad al interior del conglomerado.

Independiente de que nunca en dichas mesas de trabajo "se discutieron leyes", esa categórica afirmación de Álvaro Elizalde, la vulneró él mismo con motivo de la discusión de la reforma tributaria.

El PS, desde que supo de la existencia de este proyecto, le puso la proa, básicamente porque cambia ciertas reglas de la generada por Alberto Arenas y presentada en su momento por Michelle Bachelet.

Para el PS, o, al menos, para algunas vertientes del partido, el legado de la (ex) Presidenta "es sagrado" y no debe tocarse, pese a que el país conoce el estado de ruina en que lo entregó.

Elizalde, el paladín -en aquella oportunidad- de que "las leyes deben discutirse de cara al país en el Congreso", se pilló los dedos, al oponerse con ferocidad a la idea de legislar, y ésa fue la orden que dio a sus diputados: el proyecto no podía llegar a la sala para su discusión.

¿Dónde se expone de cara al país, al interior de una Comisión sin público o en el hemiciclo, con público? Más grave aún, al dejar inerte el proyecto, se perdía la oportunidad de mejorar sustancialmente el manejo impositivo por parte de la pymes y mejorar la situación de la tercera edad. Esto que parece una contradicción con los postulados populistas del socialismo, corresponde a su histórica lógica ideológica de hablar en nombre de los desvalidos pero sin ayudarlos. Lo dijo públicamente Hugo Chávez, al explicar su revolución: "al pobre hay que mantenerlo siempre en esa condición, porque si lo sacas de su miseria, ya no votará más por nosotros".

La línea de acción del PS, de la mano de Elizalde, es una alianza con el Frente Amplio, a cuyos intransigentes y extremistas militantes, la (ex) Presidenta les envía continuos mensajes a través de las redes sociales. No lo hace así con sus compañeros socialistas. Las elecciones de directiva del 22 de mayo serán determinantes para marcar el rumbo que asumirá el partido con miras a las municipales del 2020 y las presidenciales del 2021.

Beatriz Sánchez, la lanzada precandidata del Frente, el único colectivo con aspirante definido y en campaña, envió -cosa que no había hecho nunca antes- un mensaje de "reconocimiento y gratitud" a la (ex) Concertación, en un gesto que se interpretó como otro de los tantos llamados a la unidad de la oposición en la búsqueda de un pacto electoral más que político.

Pero la mixtura ideológica de la oposición actual, nada tiene que ver con la Concertación de ayer.

En aquella Concertación estuvo presente la DC, y llevando la batuta por ser la mayor representación electoral. Hoy, sin embargo, se halla en quiebre con el Frente, con el PC y con el PS, precisamente porque fueron sus diputados los que dieron los votos para que la reforma tributaria no muriera en la Comisión y se discutiese en sala.

La DC, y hay que reconocerlo, podrá tener un historial de vaivenes y actuaciones pendulares y un rumbo siempre incógnito, pero tiene tolerancia. Es capaz de conversar con cualquiera y de aceptar a infiltrados socialistas en su seno que se dedican a llenar de piedras los zapatos de los presidentes de turno.

Por su propio interés interno y conveniencia electoral, la DC jamás se animará a expulsar a sus disidentes por odiosos que sean, y su caminar seguirá estando marcado por sus diferencias ideológicas que le impiden situarse definitivamente en algún espacio definido. Incluso, al aprobar la idea de legislar de la reforma tributaria, sus voceros advirtieron que "no votaremos por las glosas que hacen más ricos a los ricos"…

Con ese perfil, la DC reafirma que solitaria no se va a quedar, porque sabe que el camino propio no la lleva a ninguna parte. Así quedó en evidencia con la aventura de la senadora Carolina Goic en la última presidencial. Su domicilio parece estar con sus socios de la antigua Concertación, esto es, con el Frente y el PC en otro lado.

El panorama de pactos y alianzas electorales está empezando a aclararse y se definirá el 26 de mayo, tras las elecciones internas del PS. La disidencia se armó hasta los dientes para desbancar a Elizalde, con una candidata 'renovada' y emblemática como Maya Fernández Allende, a lo que el senador por Maule respondió incorporando a su lista a Isabel Allende y José Miguel Insulza, ninguno con mucho carisma en las bases.

El del calvo presidente es un manotazo de ahogado, al arroparse con dos 'nombres', pero poco más que eso. Allende fue quien lo puso a dedo para que lo sucediera en el cargo e Insulza -no hay que olvidarlo- fue implacable con él por haber impedido la realización de primarias presidenciales el 2017. Hoy, las condiciones son otras: el senador por Arica recibió la promesa de apoyo para ser el precandidato del PS el 2021.

Si bien ninguna de las listas tiene características de blandura, la encabezada por Maya Fernández posee un sello más negociador y menos rígido que la oficialista, la cual, para peor de sus males, representa al "Tercerismo", del cual es activo adherente el desprestigiado y corrupto Juan Pablo Letelier.

bottom of page