top of page

EL FRENTE 'LA LLEVA'


VOXPRESS.CL.- Definitivamente, el Frente Amplio (FA) ha construido pilares para transformarse en la primera y más importante expresión de la izquierda chilena. Parece estar saliendo de su aletargado 2018, en el que no reflejó en absoluto su gran golpe electoral del año anterior.

El FA se está arrimando a la madurez por la que tanto reclamaron sus fundadores, y la montonera desestructurada de que hizo gala en la campaña del 2017 y durante el 2018 va quedando en el pasado. Hasta la fecha, la primera voz del colectivo correspondía, en solitario, a Revolución Democrática (RD) por ser de sus filas la mayoría de los 20 diputados. No obstante, se halla en formación un segundo gran partido que aglutinará a los, hasta hoy, movimientos Autonomistas (MA), Izquierda Libertaria (IL), Nueva Democracia (ND) y SOL, con un padrón total de 2.554 militantes.

Los rostros visibles de este futuro partido son Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso, y los diputados Gabriel Boric, Diego Ibáñez y Gael Yoemans.

En una votación durante cuatro días, compitieron varias vertientes de contenidos y, algo no menor, la de Sharp se impuso por paliza a la de Gabriel Boric. Para el nuevo partido se votaron, también, las propuestas de nombre, quedando seleccionados, para una segunda consulta, los siguientes: "Partido Socialista Libertario", propuesto por ND; "Convergentes", ideado por el MA; "Convergencia Socialista", presentado por la IL, y "Partido Victoria", postulado por SOL.

El 'ideario común' del nuevo referente frentista será "constituir oposición al Gobierno y volver a la raíz: menos acción en las discusiones en los salones del Congreso y más en respaldar luchas sociales, como el movimiento feminista".

Desde ahora, el segundo bloque tras RD en el Frente, reconoce "tener una mirada común sobre la importancia del feminismo, de los movimientos sociales, una redistribución del poder y la disputa de los gobiernos locales, lo que nos permite proyectar un camino de unidad en la futura entidad".

Con esta segunda orgánica, los frentistas se están haciendo cargo de la oposición dura, esto es, de la extrema izquierda, la única con nítida visibilidad popular y con una precandidata presidencial sin contrapeso, como Beatriz Sánchez, que por el lado de su sector encabeza por amplia ventaja todas las encuestas.

Al portazo que en la mismísima La Moneda le dio el FA al Presidente de la República ("nos negamos a participar de su política de acuerdos"), se suma la formación de un bloque que declara, como principio, "la lucha en la calle", que es, precisamente, donde están hoy los votos incondicionales y mayoritarios de la izquierda, poniendo especial énfasis en el inagotable y majadero tema del feminismo.

¿Y la Nueva Mayoría qué? Continúa en sus afanes de acercamiento "en los salones" para acentuar su política de obstrucción al Gobierno. En sus encuentros han sido francos al reconocer que "no nos hemos articulado ni so capaces de construir un proyecto país". Incluso, esta "izquierda conservadora", como la caricaturiza el FA, firmó de malas ganas -excepto el PS- el documento de los "mínimos comunes" de las bancadas del sector, en el que, además, se acusa al Gobierno de "autoritarismo" y de actuar "al límite de la legalidad" (?)... El presidente del radicalismo, Carlos Maldonado, confesó que esos términos "no identifican a mi partido ni a mi pensamiento", y, de paso, dio una pista clave: "está claro que con el FA no llegaremos a acuerdos electorales, excepto pactos de omisión". Su pronóstico refuerza la realidad política del momento: "en la presidencial, la centroizquierda competirá con el FA".

Mientras el Frente se reorganiza y apunta al objetivo común de "encender las calles" y "patrocinar todos los movimientos sociales", en la Nueva Mayoría se siguen desvelando para resolver cómo sacarse la piedra del zapato que significó la flagelante competencia entre Alejandro Guillier y Carolina Goic. Para conseguirlo, el sentir generalizado es una gran primaria, aunque continúa pendiente resolver acaso será con el PC o sin él. Así como están de deterioradas las relaciones de los comunistas con el PR y la DC, los indicadores apuntan a que colectividad de Guillermo Teillier terminará reforzando al FA, un rol poco digno pero pragmático.

Aún más, el FA tiene un plus: la certeza de que su carta presidencial no significará remezones internos, al revés de la Nueva Mayoría, la que al momento de escoger a sus cartas para una primaria dejará muchos heridos en los respectivos partidos.

En el PS, el senador José Miguel Insulza se convirtió, de la noche a la mañana, en un aliado de Álvaro Elizalde, a quien el 2017 criticó ácidamente por no respetar la primaria interna. Esta vez, por su interés de ser candidato, lo apoya en momentos en que la disidencia se aglutina para terminar con el reinado del cuestionado presidente.

Al margen del senador por Arica, en el PS están al cateo Carlos Montes, el ex ministro Máximo Pacheco y Fernando Atria.

En el PPD, dice mucho la aproximación del laguismo al bacheletismo, con la incorporación de la ex subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, íntima de la ex Presidenta y a cargo de su Fundación, a Chile 21. Es una poco disimulada estrategia para aminorar el fuerte laso de la ex Mandataria con Heraldo Muñoz.

Ricardo Lagos Weber y el ex canciller no están solos en sus aspiraciones como opciones presidenciales del PPD: al lado tienen a uno que atrae mucho a las bases: Felipe Harboe.

En la DC, Francisco Huenchumilla tiene la fe del carbonero en sus pretensiones presidenciales por los disidentes, en tanto la senadora Ximena Rincón alega su mejor derecho por ser mujer, independiente de ser la favorita de la directiva actual.

Ninguno, ninguno de los mencionados de la Nueva Mayoría, tiene más de 2% de aprobación ciudadana en las encuestas más recientes y, de hecho, casi todos están igualados en un paupérrimo 1% contra los 13% permanentes de la frentista Beatriz Sánchez.

La realidad es incuestionable: por donde se le mire, el Frente Amplio es el que 'la lleva' hoy en la izquierda, y todo apunta a que el panorama continuará así de bueno para uno y de malo para otro.

bottom of page