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OLA DE COLETAZOS POR LA MESA DE LA CÁMARA


VOXPRESS.CL.- Dos caras, muy poco distinguidas y elegantes, le presentó la oposición al país. Una, para la risa; la otra, todo un puzzle para intentar entender lo inentendible en una comunidad política que mientras más aperturista, más hipócrita.

El instructivo de "oponerse por oponerse" llegó a su más caricaturesca evidencia con la ridícula reacción de una ex chica reality que trabaja de diputada, al expresar que "es un atentado al feminismo" que una invitación oficial de La Moneda con motivo de ProSur haya establecido que las damas debían asistir con traje corto.

Con un rusticidad intelectual impresentable, la diputada condenó al Presidente por "representar la Edad Media" y calificó de violación a las mujeres que se les quisiera ver las piernas…

La 'figurita' del Frente Amplio desconocía que en las invitaciones oficiales hay que regirse por los protocolos de la diplomacia, esto es, la Cancillería, y esa opción, de la falda corta, fue introducida el 2015 a solicitud de Michelle Bachelet, a no dudarlo, una gran líder feminista.

El otro gran número protagonizado por dos colectividades de la oposición lo originó el Acuerdo Administrativo/político de los partidos adversarios al Gobierno para repartirse los cargos más influyentes y visibles en el Congreso. La presidencia del Senado se distribuyó entre Carlos Montes (PS) y Jaime Quintana (PPD), en tanto la testera de la Cámara, en un gesto testimonial, quedó primero para una nieta de Allende, Maya Fernández, (PS) y luego para Gabriel Silber (DC). La repartija funcionó hasta enero pasado, cuando el Frente Amplio (FA) resolvió desconocer el pacto "por el colaboracionismo de la DC con el Gobierno".

Pero, con posterioridad, la elección de la diputada Catalina Pérez como presidenta de Revolución Democrática, cambió drásticamente el panorama al interior del FA, el cual, para que no corriese riesgos el tren opositor, decidió votar por Gabriel Silber, respetando el derecho de quienes se mantuvieron firmes en el rechazo al Acuerdo Administrativo/político. "Quienes se dieron vuelta la chaqueta tendrán que rendir cuenta a sus electores", se quejó duramente Pamela Jiles, del Partido Humanista.

El FA cumplió, finalmente, su palabra, pero a medias…y la DC obtuvo la presidencia de la Cámara, aunque en segunda vuelta, tras una primera votación con mucho olor a advertencia, demostrando con ello que la oposición está lejos de ser un bloque y lejísimos de un ambiente de armonía. Otro coletazo.

No obstante ello, Silber nunca asumió, pues antes de ser electo debió bajar su postulación. Éste es el primer coletazo provocado por la nueva mesa de la Cámara. De acuerdo al pacto, tiene que ser presidida por un DC, y así fue, pero no por Gabriel Silber, sino por Iván Flores (Valdivia), quien, en una breve disputa interna, desplazó al disidente progresista Víctor Torres, muy cercano al PC y que se ha dedicado a presentar proyectos con colegas de otros partidos, pero no del suyo. Iván Flores, por el contrario, es un centrista, parte del oficialismo decé.

La candidatura de Flores se resolvió por votación y no por acuerdo de la mesa ni del Consejo, lo tradicional. Torres, el derrotado médico porteño, es del duro grupo disidente, con Francisco Huenchumilla, Yasna Provoste y Gabriel Ascencio, e incluso compitió con Carolina Goic por la presidencia del partido, criticándola sin piedad. A este mismo sector pertenece Gabriel Silber Romo, quien el día antes de la fecha prevista para asumir la testera de la Cámara -martes 12- tuvo que bajarse.

Y aquí viene un nuevo coletazo, tal vez el más grave, porque se suma al caso anterior de Ricardo Rincón, diputado que no pudo ir a la reelección por haber sido enjuiciado por violencia intrafamiliar. Silber, separado y con hijos de Cristina Orellana, dirigenta nacional DC, fue directamente aludido en dos cartas remitidas por "Partido Comunes" y "Frente Feminista" que, el sábado 9, llegaron a los terminales de computación de todos los diputados y senadores.

Independiente de la vileza que irrogan los anónimos, de haber sido convincente en su argumentación, Silber no tendría porqué haber bajado su postulación, luego de reunirse con la directiva y sus colegas. Tres diputadas del FA y un animador de TV, Francisco Saavedra, le enviaron tuits a Cristina Orellana, dándole su apoyo y animándola a actuar: "soy capaz de defenderme sola y mi prioridad son mis hijos", respondió ella por la misma vía. Nula referencia a su ex marido.

Para reforzar la creencia de que "algo hay", lo reafirma una reunión de Cristina Orellana, en su casa, con varios 'próceres' de la DC -Burgos, Arellano, Cortázar, Arriagada- la noche previa a que reventara el escándalo, el lunes 11. Por ser ella una de las vicepresidentas de la DC, "el supuesto abuso era un secreto a voces y conocido por muchos", trascendió.

Por último, y aquí viene el último coletazo, es el origen de las cartas anónimas que desplomaron a Silber en cuestión de horas. Junto a su abogado, también de origen judío, le pidieron a la PDI que encargara a la Brigada del Cibercrimen llegar hasta los equipos desde donde se enviaron las cartas implicatorias.

El afectado -y tiene razón- asegura que "fue una operación política en mi contra", pero queda por determinar de qué lado. Casi espontáneamente se atribuyó responsabilidad a los frentistas disconformes con la voltereta de sus dirigentes, pero el mismo Silber ha comentado a sus cercanos que cree que todo partió desde el interior de su partido.

La Cámara de Diputados ya tiene su mesa instalada para este segundo período legislativo, pero con un presidente que no era el previsto, con votos que no fueron los primitivamente presupuestados y con un sinfín de coletazos que, desde ya mismo, están sacudiendo a la DC y al FA, los dos partidos involucrados en tan polémica designación.

El Frente cumplió, pero no a cabalidad, su compromiso y para apoyar finalmente a Iván Flores, condicionó su voto a que no asistiese en representación de la Cámara al almuerzo oficial a Jair Bolsonaro.

Y en cuanto a Gabriel Silber, el presidente que no fue, algún día, más temprano que tarde, se conocerá la veracidad de las dos cartas que, esta vez, lo tumbaron. Ese día marcará su futuro político.

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