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UN DÍA AJENO A LA GENUINA MUJER CHILENA


VOXPRESS.CL.- El 8 de marzo de 2018 fue, tal vez, una de las mayores frustraciones de la socialista Michelle Bachelet antes de entregar el poder a su enconado adversario político. Ese día, apenas tres antes del cambio de mando, tenía programado realizar un acto en grande, majestuoso, muy masivo, para celebrar el 'Día Internacional de la Mujer". Hasta la fecha, se lamenta de que sus compatriotas féminas no la recuerden ni la valoren por todos los esfuerzos que hizo para ponerlas en igualdad de condiciones con los hombres en todos los aspectos de su vida. La Ley de Cuotas fue su desvelo.

Un año después, esto es, el reciente viernes 8 de marzo de 2019, tuvo lugar la concentración masiva de mujeres que ella soñó para sí, pero no fue, precisamente, un acto de agradecimiento a su pro feminismo, sino una manifestación ideológica odiosa y desbordada, como muchas otras, pero protagonizada por mujeres y por quienes se sienten como tales .

Bajo el poco disimulado disfraz de Huelga Feminista, fue un desfile/concentración calculadamente programado, para atacar al Gobierno, a la centroderecha, al neoliberalismo, "al crimen contra el pueblo mapuche", a la "educación clasista", al acoso machista y a la institucionalidad vigente, calificándola de "explotadora".

Las reivindicaciones laborales tiene su propio día, el 1 de Mayo, pero ellas aprovecharon este machitún para presionar por todo y exigirlo todo.Libertinas, casi degeneradas y promiscuas, este tipo de feminismo es una grosera parodia del histórico movimiento que lleva ese nombre y que elevó a lo más alto a notables mujeres que -ellas sí- aportaron a la sociedad, al progreso y al mundo de la inteligencia.

En una conducta muy similar al del universo gay, estas mujercillas son incansables en reclamar por más y más derechos, que no son tales, sino caprichosos privilegios. Son las mismas que el año pasado plantearon sus demandas en un lenguaje igualitario -las "chiquilles", las definió Bachelet- y que rechazaron el acoso sexual quitándose sus sostenes…

No en pocos países hay grupos ideologizados y extremistas que en vez de honrar el sublime rol de la mujer en la historia de la humanidad, mal usan la fecha para exteriorizar sus furias, sin tomarse un minuto para mirarse en el espejo. Algunas de las que desfilaron fueron las que acusaron de abuso y violación a un director de TV, criminizándolo en la portada de una revista, fruto de lo cual quedó sin trabajo. La Justicia lo sobreseyó, porque ninguna denunciante pudo presentar una sola prueba fidedigna.

No pudo estar en esta fiesta la criminal que quiso pasar por tonta para eludir su culpabilidad en el asesinato y descuartizamiento de su esposo, un profesor de Villa Alemana. Tampoco concurrió la treintañera que golpeó, robó y quemó a una transeúnte en Quilicura que gemía por piedad, y ella se moría de la risa. No obtuvo permiso de la Fiscalía para asistir a la marcha la 'tierna' madre que dejó en coma a su hijita de 7 años, a la cual le dio puñetazos y puntapiés hasta que se cansó.

Definitivamente, ni estas malvadas ni las que desfilaron representan la real impronta del feminismo chileno. Resulta inaceptable que en el 'Día de la Mujer' no se les rinda un homenaje a las más brillantes y abnegadas, y se prioricen acusaciones agravantes y demandas puramente políticas. No hubo un tributo a Violeta Parra, una humilde ñublesina que, gracias a sus composiciones, el nombre de Chile se conoce en el mundo, al igual que los versos de la modesta profesora Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura que dormía sobre un piso de tierra.

Gracias a la ayuda de editorial Confín podemos rememorar a maravillosas mujeres chilenas, ignoradas en su día: la sargento Candelaria Pérez, la primera en ser soldado y que participó en la Guerra contra la Confederación, como enfermera y combatiente, luciéndose en la batalla de Yungay; Eloísa Díaz Insunza, la primera médico chilena y sudamericana, superando sin complejos los reparos de la pacata sociedad de fines del siglo 19; Adriana Olguín de Baltra, una adelantada, que empujó el voto femenino en el país y quien fue la primera ministra de Estado de este país y de Latinoamérica, y Margot Duhalde, aviadora pionera aquí y en Latinoamérica, quien defendió a Francia en la Segunda Guerra Mundial con más de cien misiones de vuelo.

A pocas les dice algo el nombre de Marcela Contreras Arriagada, quien recibió el título real de Dama de parte de Isabel II, gracias a sus aportes al sistema de donaciones de sangre británico. Esta doctora, especialista en hematología e inmunología, participó en la creación del National Blood Service de Gran Bretaña, considerado un modelo por la OMS.

¿Conocerán estas loquillas extremistas a María Teresa Ruiz? Es la primera de su género en recibir el grado de licenciada en Astronomía de la Universidad de Chile (1971) y la primera receptora del premio Ciencias Exactas. Doctora de astrofísica por la Universidad de Princeton, descubrió una supernova en el momento de estallar, dos nebulosas planetarias en la Vía Láctea y la primera enana café cerca del sistema solar.

Quien estuvo en el desfile fue Javiera Rivas, pobladora pobre que, sola, fundó un Comité ProVivienda con otras tres familias y ahora son 500. "Fui porque la nuestra es una lucha larga y hasta heroica, aunque mi principal preocupación sigue siendo qué echarle a la olla para darle de comer a mis hijos".

Una muchacha de 19 años ni siquiera supo que ese viernes fue el 'Día Internacional de la Mujer': Carla Cea Uribe llevaba sólo unas horas como debutante alumna de Medicina de la Universidad de Chile, adonde ingresó gratuitamente por haber sido puntaje nacional. Ex estudiante de un colegio municipalizado de Los Ángeles, ese día lo pasó en clase.

En tanto, doña Alicia Flores, de 81 años, como todos los días, el 8 de marzo salió a las calles de Cerrillos, tirando el carretón en el cual acumula los cartones que recoge en la calle para sus $120 mil de pensión, pero ahora estoy más tranquila, luego de que el Gobierno me diera un subsidio de por vida para ayudarme", dice en una pausa de su recorrido habitual de nueve cuadras.

Así, como éstas, son millares las auténticas, las verdaderas, mujeres de Chile. Sólo a ellas, a las de real valor, debió dedicárseles ese día mundial que, lamentablemente, se ha desvirtuado, al punto de tener como protagonistas al peor modelo de este género.

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