¿NO FALTA ACASO UN CONGRESO DEL PRESENTE?

VOXPRESS.CL.- Sólo una selecta minoría de ciudadanos tuvo conocimiento de que en Santiago, durante una semana, se realizó la octava versión del Congreso del Futuro. Éste es un 'Festival de Viña', pero de la ciencia.
En todas las jornadas expositivas, el Salón de Honor del Congreso en la capital estuvo atiborrado de personas curiosas por saber y ansiosas por conocer más del futuro de parte de los más notables investigadores científicos. Entre ellos, cuatro Premios Nobel y un evolucionista calificado como el segundo Darwin de la historia.
Este puñado de excepcionales científicos nos puso al día de fabulosos descubrimientos de la biología y nos anticipó que, dentro de muy poco, la inteligencia humana será transferible a los robots, para que éstos piensen y actúen como uno más de carne y hueso.
La mayoría de nuestros compatriotas, lamentablemente, no tuvieron idea de esta jornada y, menos, que el Congreso del Futuro es el principal evento de divulgación científico/humanista en Latinoamérica y el hemisferio sur. La vanguardia tecnológica, el trabajo remoto, la masificación de la robótica, los increíbles escenarios que ofrecerá el cambio climático y la evolución de la humanidad, que cada vez será menos humana, fueron sólo algunos de los fascinantes temas abordados.
Renombrados científicos extranjeros vinieron a presentarnos y mostrarnos qué le espera al hombre dentro de pocos años, con qué desafíos fascinantes se encontrará y la forma galopante en que la tecnología desplazará al ser humano.
Este Congreso fue un llamado al hombre de hoy a que se nutra de las competencias, básicamente intelectuales, para afrontar y adecuarse a los fabulosos cambios que vienen.
En Chile, hace apenas semanas, por primera vez un Gobierno implementa un Ministerio de las Ciencias, lo que refleja el atraso del país para ponerse a la par con la investigación y el conocimiento. Uno de los más estudiosos científicos nacionales estimó que "dicho ministerio no será viable acaso no se le otorga anualmente el 1% del PIB", algo que por la abultada deuda heredada de la administración socialista, se estima muy difícil, al menos, en el corto plazo. "En la medida de nuestras fuerzas iremos inyectándole recursos" lo tranquilizó el titular de Hacienda.
Aunque el desarrollo de las ciencias a nivel local llegue a ser lo más vertiginoso posible, ello no garantiza que la población esté preparada para abordar, recibir y embarcarse en los alucinantes cambios en el mundo y en la humanidad. Duele decirlo, pero el gran escollo para dar un gran salto al futuro lo pone el propio chileno con sus limitaciones y mediocridades, y de eso dio cuenta, hace cuatro años, una larguísima investigación de una universidad que aseguró que, con suerte, Chile podrá ser desarrollado de aquí a 159 años. Lo atribuye a una disfunción generalizada de sus habitantes, incluso con estudios superiores.
El Chile actual no da señal alguna de evolución, sino más bien de involución. Investigadores de nuestra Academia de la Lengua concluyeron que las personas de hoy dominan menos palabras del lenguaje que hace dos décadas y la "preparación" de nuestros maestros la refleja el cierre, por 'rascas', de 36 carreras de Pedagogía, por orden del MINEDUC.
De todos los alumnos de la educación municipalizada que rindieron la PSU, tan sólo un 30% quedó seleccionado en alguna universidad.
Ha habido, es cierto, un fuerte incremento tecnológico, y de ese Chile pueblerino y somnoliento de los 60 y 70 quedan poquísimos vestigios. Pero su componente humano se ha deteriorado en términos alarmantes, al punto que la ignorancia campea hasta en las autoridades y en los (discutibles) líderes de opinión.
Quizás el más popular y visto por estos días, es el programa de CHV 'Pasa Palabra? Es una patética vitrina de la precariedad intelectual de quienes son considerados "rostros" de la TV y de otros personajes de gran popularidad, como actores, cantantes, animadores y periodistas, quienes parecen disfrutar dejando al desnudo su ausencia de conocimientos.
El hecho de que en Chile existan más equipos telefónicos móviles que habitantes y que el automóvil haya dejado de ser un lujo para masificarse, no puede ser interpretados como "modernidad" del país, porque lo relevante de un Estado es su población, esto es, su componente humano.
Con orgullo se proclama que Chile pasó a ser líder eléctrico/móvil en Latinoamérica gracias a los buses chinos que están incorporándose al transporte público y a la progresiva automatización del Metro capitalino.
Ello de ninguna manera refleja un progreso humano. El egocéntrico chileno continúa evadiendo el pago del transporte, por moderno que sea, y pintarrajea los carros de sus trenes aún sin inaugurar; los esfuerzos por premiar el mérito de los mejores alumnos y aglutinarlos en centros de mejor calidad en la enseñanza son torpedeados con bajeza por motivos de populismo político, y la OCDE da cuenta de que los trabajadores chilenos son los de menos productividad de dicha organización. Súmese a ello que los niños de segundo básico no asocian palabras ni distinguen letras.
Con los primeros índices de obesidad, drogadicción y alcoholismo en Latinoamérica es imposible imaginar siquiera que con tales característica se pueda afrontar el futuro. El 2018 aumentó en un 56% el consumo de estupefacientes en el país. ¡56%!
Los mensajeros más adecuados y directos para comprometer a los ciudadanos en hábitos para acceder al saber y al conocimientos, son los medios de comunicaciones. Pero éstos, por la deficitaria formación de sus profesionales, son los que peores ejemplos ofrecen. Sus remozadas plantas de periodistas superan todos los límites de tolerancia.
Nos remitimos a ejemplos recientes: el corresponsal en Concepción de CNN se refirió varias veces- a la jibia como "molusco" (calamar gigante); una reportera de MEGA aseguró que la diputada Santibáñez "le solicitó (dio) excusas" a la familia de Jaime Guzmán y "le pidió (ofreció) disculpas" al PC por haber cometido un error en una fiesta suya, en tanto una enviada de TVN a La Serena expresó que "el sismo (terremoto) derivó en terremoto"…
Con tanta ignorancia instalada en lo más profundo de la sociedad, e incluso en áreas tan sensibles, ¿puede Chile asomarse siquiera al futuro asombroso que nos espera a la vuelta de la esquina? Lo urgente e indispensable, al margen de agradecer los conocimientos que dejaron los expositores del Congreso del Futuro, es corregir, adiestrar y preparar a todos los estamentos de nuestra sociedad para lo que se viene. En estos momentos, son pocos, poquísimos, quienes tienen capacidad intelectual para entender, y más tarde, asumir que el mundo está cambiando y que, dentro de poco, cambiará más todavía. Para ello es urgente e indispensable un Congreso del Presente, no uno del futuro.