EL ESFORZADO 'TRABAJO' PARLAMENTARIO

VOXPRESS.CL.- En el mapa de las comparaciones, Chile no es más que Estados Unidos o Suecia. Por el contrario, es muy menor. No obstante, nuestros parlamentarios reciben un ingreso mensual que supera, y en mucho, a los de esos países.
A los congresistas suecos que no son de Estocolmo, el Estado les otorga, para su pasajera estada, viviendas de un ambiente, con cocinilla para que se preparen su propia alimentación.
En cambio, a los parlamentarios chilenos se les entrega un viático para que ellos arrienden o paguen un hotel "a su gusto" y se les subsidia, además, la alimentación "por hallarse en comisión de servicio", pues así lo consagra la Constitución.
Los trabajadores de Chile, con su sueldo -miserable, en la mayoría de los casos- pagan su transporte y su alimentación. Entendiéndose trabajo como una actividad remunerada, permanente, regulada y en un mismo lugar, es un despropósito que a la labor parlamentaria cotidiana se le califique de "comisión se servicio" (ley desde 1991), ello exclusivamente con la finalidad de recibir un beneficio económico adicional.
A ese 'trabajo', al cual postularon en una elección popular por autodefinirse "servidores públicos", asisten en autos aportados por el Estado, el mismo que les financia el combustible y los peajes. En sus oficinas se encuentran con sus asesores, solventados con fondos públicos, que -especialistas unos, simples amigos otros- les tienen listos informes para que puedan demostrar estar al tanto de temas que suelen desconocer y, luego, leerlos en las comisiones o en sala.
Son nuestros parlamentarios, los trabajadores -si es que así puede denominárseles- más privilegiados del país, y pese a que se les invita al extranjero con todo pagado, igual reciben viáticos.
Un ìtem que deslinda con lo absurdo es su subsidio para alimentación cuando no se hallan en su lugar de residencia. ¿Con qué recursos financian sus comidas cuando se encuentran en casa? Entonces, cuando viajan al Congreso en Valparaíso ¿no comen acaso no se les paga? Entonces, regalárselas con recursos fiscales es, simplemente, una sinvergüenzura.
Entre marzo y noviembre de 2018, los 155 diputados recibieron viáticos nacionales por $ 944 millones por gastos de alojamiento y alimentación, ingresos al margen de los muchos otros que los benefician.
Por ley, los parlamentarios reciben un monto diario por el solo hecho de asistir al Congreso , cuyo fin es "solventar los gastos que esto origina"..
La Constitución consagra que los parlamentarios -al igual que los ministros de Estado-, cuando se encuentran en el Congreso, están en "comisión de servicio", y eso debe ser solventado por el Fisco. Gracias a este concepto, hasta agosto pasado, la Cámara consideraba un ítem, al margen de los viáticos, exclusivamente para alojamiento.
De acuerdo a la información pública de la Cámara ("en pos de la transparencia"), algunos diputados han cobrado viáticos por una parte y han reclamado gastos por alojamientos, por otra, o sea, un doble cobro de su página oficial, tomamos tres ejemplos transversales para no herir susceptibilidades políticas:
* Ignacio Urrutia (UDI) recibió este año un total de $ 5.877.856 por concepto de viáticos y le asignaron otros $ 5.310.900 por alojamiento. En total, $ 11 millones.
* Raúl Saldívar (PS) recibió $ 5.457.843 en viáticos y otros $ 5.381.636 por alojamiento, con un global de casi $ 11 millones.
* Guillermo Teillier (PC) obtuvo $ 6.285.491 por concepto de viáticos, más $ 3.004.610 por alojamiento.
Ante esta dualidad, en agosto pasado el secretario de la corporación, Miguel Landeros, acudió al Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias para sugerir que cuando corresponda, el diputado debe optar entre recibir un viático completo (que incluye el gasto de alojamiento) o tomar un viático sin pernoctación y pedir reembolso de lo que se gaste en alojamiento, hoteles o arriendo de departamentos para alojar en Valparaíso, como también gasolina, tag y peajes. Incluso, los arriendos de autos y estacionamientos.
Con algo de rubor por tanta regalía que indigna al mundo realmente laboral, el senador Felipe Kast presentó un proyecto para eliminar el viático "para alimentación" a todos los parlamentarios que viajen al extranjero. Ese beneficio corre para todos quienes salgan en misiones oficiales…e incluso invitados por Gobiernos, Parlamentos o diversas entidades y que, por lo general, son con todos los gastos pagados.
La justificación del senador por La Araucanía es que "acá o donde esté", una persona tiene que financiar su alimentación. "Si lo hace diariamente en Chile ¿por qué no puede hacerlo en el extranjero?".
Esta iniciativa suya parece ser un 'saludo a la bandera' para amortiguar el escandaloso mal uso y abuso de los parlamentarios con los dineros que les aportan, vía impuesto, todos los chilenos, ésos que realmente trabajan, y con el sudor de su frente muchas veces no les alcanza ni para pagar un atiborrado bus que los traslade.