EL CIELO 'ROJO' DE CELESTINO

VOXPRESS.CL.- El Gobierno ha anunciado un plan nacional de aplicación de los derechos humanos en el país, basándose en el programa que dejó presentado el Gobierno socialista con la autoría personal de la fanática extremista Lorena Fries.
En el último mes de su mandato, la ex Presidenta oficializó con su firma un programa de derechos humanos que exclusivamente beneficiaba económicamente a "las víctimas de la dictadura", por un total de 90 mil millones de pesos que, como es sabido, no estaban respaldados por presupuesto alguno.
Dicho "programa nacional" elaborado por quien, felizmente, no alcanzó a desempeñarse como Subsecretaria de Derechos Humanos, no beneficiaba -excepto a los discapacitados- a nadie más que a personas de extrema izquierda, en su mayoría comunistas.
En Chile es recurrente apelar a los derechos humanos, pero siempre cuando están asociados a circunstancias políticas, y específicamente cuando los afectados son personas de una determinada ideología, la de izquierda.
Una red internacional de protección socialista ha impedido que durante casi tres décadas se hayan resarcidos los derechos a la vida del asesinado senador Jaime Guzmán.
Nadie se preocupó de los paupérrimos derechos de ese matrimonio de adultos mayores de Conchalí -Jorge Olivares y Elsa Ayala- que optó por morir antes de ser separado a la fuerza. ¿Qué ONG responderá por los derechos del niño Maximiliano, de sólo 16 meses, asesinado en Peñalolén por su madre a raíz de una depresión por no ser célebre 'rostro' de TV?
Las partidarias del aborto libre -entre ellas, la ex Presidenta- reclaman su derecho a "no parir" porque son "dueñas" de su cuerpo", pero violan los del feto, concebido con asentimiento, a no ser eliminado.
Un viejo refrán dice que "mi libertad termina cuando no respeto la del otro", pero tan acertada reflexión jamás se ha respetado en las manifestaciones callejeras: se vulnera el libre desplazamiento de los ciudadanos y, peor aún, con encapuchados que atentan contra el derecho de propiedad.
¿No son derechos vulnerados, acaso, los de los apretujados y manoseados pasajeros que viajan a diario en el Metro? ¿No tienen derecho a desplazarse sin riesgos los peatones en veredas atestadas de ciclistas que los pasan a llevar o los atropellan?
La indiferencia frente al irrespetuoso atropello cotidiano a innumerables derechos individuales, contrasta con la grotesca protección a los 'derechos' de un criminal terrorista que paga en la cárcel un doble asesinato y que presionó por salir de prisión para participar en un ceremonial indígena.
¿Cual sería la reacción de la izquierda si el castigado cura Fernando Karadima solicitase autorización para salir por algunas horas de su retiro forzado para dirigir un oficio religioso? Mejor ni imaginárselo, siendo que jamás fue condenado por la Justicia.
En cambio, el machi Celestino Córdova participó y accionó una de las armas en un doble crimen en Vilcún. Así y todo, la izquierda chilena e internacional presionaron hasta conseguir que abandonara el penal para presidir un rewe en su comunidad cercana a Padre las Casas.
Para que ello fuese posible, 70 gendarmes de penales de Santiago fueron trasladados hasta el lugar del ceremonial y un centenar de carabineros permaneció a más de mil metros de la ceremonia "para garantizar la espiritualidad del momento".
Pero eso no es todo: invitados especiales al ritual fueron los directivos del Instituto Nacional de Derechos Humanos y la observadora del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Todos éstos, los mismos que llevan las cuentas de "las represiones" de Carabineros a los manifestantes callejeros de izquierda, fueron los encargados de fiscalizar que el criminal no fuese incomodado en su rito.
El machi asesino formó parte de los comuneros extremistas que operan en La Araucanía, y que ahora están extendiendo sus acciones a la Región de Los Lagos. Sus compañeros subversivos anunciaron que cesarán los ataques que reivindicaban el derecho de Celestino Córdova a oficiar su rewe, pero sólo ésos…Con ello, los terroristas apadrinados por el PC y adiestrados por las FARC, notificaron que continuarán con sus acciones.
Si hasta la mismísima ONU se halla infiltrada por la izquierda -denuncia que le significaron a Donald Trump más insultos de los habituales-, la distorsión con que históricamente se aplican y se evalúan los derechos humanos en Chile, no será simple corregirla ni mejorarla. La realidad es incuestionable e irrebatible: no importa que se les cautelen y protejan a quienes no tienen el cielo 'rojo' de Celestino..