EL COBRE CON BONOS DE ORO

VOXPRESS.CL.- El sostén del PIB en Chile corresponde al cobre extraído del vientre de su tierra, y los impuestos que pagan las transacciones comerciales del metal son, también, pilar fundamental de los ingresos a las arcas fiscales.
Todo lo asociado al cobre es de importancia radical para la economía nacional: su producción y sus costos -ojalá racionales-, las utilidades -en el caso de los yacimientos estatales- y los vaivenes del precio de la libra en el Mercado de Metales de Londres. Si hay valores que se esperan con ansiedad y se revisan con minuciosidad son los del cobre, por su tremenda incidencia en las finanzas internas.
Pero hay más: también son relevantes las negociaciones de los trabajadores mineros con sus respectivas patronales -privadas y estatal- para acordar el reajuste anual.
En el ámbito del negocio se le conoce como bono por término de conflicto y los montos avenidos son, automáticamente, pistas para las restantes empresas, que los aguardan con inquietud y sobresalto. A mayor cuantía del bono, son más los impuestos que deben pagar los propietarios.
Hasta el 24 de julio tienen plazo los dirigentes sindicales y los controladores de la minera Escondida (Segunda Región) para llegar a un acuerdo por el bono por término de conflicto. Es el yacimiento más grande del mundo y tiene en su planta a los trabajadores más ricos del territorio chileno,
El 2017, los trabajadores estuvieron 44 días en huelga por falta de acuerdo, lo que significó un grave deterioro en la producción, venta y utilidades, y para el Fisco repercutió en una significativa menor recaudación impositiva.
Las negociaciones se iniciaron hace mes y medio y, de entrada, patrones y dirigentes sindicales tuvieron su primera desavenencia: la interpretación de la ley. Uno de los legados de que se jacta la ex Presidenta es la Reforma Laboral, pero más que aclaratoria resultó confusa, y lo dejó en evidencia el insólito final de la huelga de tripulantes de LAN Express. Ahora, en Escondida, ambas partes partieron recurriendo a la Inspección del Trabajo para que aclarase un punto respecto a Servicios Mínimos.
En más de un mes de negociaciones, de los 100 puntos en discusión con la empresa, los dirigentes han estado de acuerdo…en 21.
El desarrollo de las negociaciones es, como siempre, una total incertidumbre, aunque, a diferencia de ocasiones anteriores, en esta oportunidad, los trabajadores votarán en secreto las ofertas de la empresa y no a mano alzada, como antes, lo que inhibía a muchos sindicalizados frente a sus compañeros y dirigentes.
El sindicato de Escondida, como todos los del cobre, es politizado y más en los últimos tiempos, en que sus dirigentes se creen 'autores' de los aumentos del precio del metal, no así de sus bajas, como ha ocurrido sistemáticamente en las últimas semanas.
El enfrentamiento es histórico y se plantea entre "explotadores" y "explotados", sentimiento que, en esta oportunidad, impulsó a la dirigencia sindical a viajar a La Habana para ser aleccionada e instruida de cómo debe manejarse para imponer sus criterios.
Al menos éstos, los de Escondida, no parecen ser "explotados", porque trabajan determinados días consecutivos en las faenas de la mina en las alturas del desierto y, luego, pasan igual tiempo con descanso y junto a sus familias. A cambio de tan "abusivo" trato, cada uno de ellos recibe $3.3 millones al mes, más ventajosos beneficios en vivienda, educación para sus hijos y salud para cada miembro del hogar, con lo que dicha cifra llega a los $4.4 millones.
Cada operario de Escondida recibe al mes un 24% más del promedio de los trabajadores chilenos. Pese a ello, rechazan considerarse "privilegiados".
En esta negociación colectiva buscan subir en 21% sus contratos, un reajuste a años luz de lo que el resto del mercado laboral ofrece como tope a los suyos.
Piden un bono de US$ 39.000, casi $25 millones por cabeza, que incluye el 4% del total de dividendos obtenidos por la empresa el 2017. La propietaria, BHP, ofrece la mitad.
Este proceso tiene en suspenso a toda la industria por un componente adicional: esta es una negociación, con la Reforma Laboral en plena vigencia, y después de una huelga de 44 días a inicios de 2017, y con un fracasado intento de acuerdo voluntario.
En marzo y abril se realizó una negociación no legal, sobre un eventual bono de $21 millones per cápita, pero no prosperó y se llegó a esta ronda regulada de conversaciones.
En la industria minera, Escondida es la que paga bonos más altos: en 2013 canceló $23 millones, lo que llevado a valor presente (considerando la inflación) equivaldría a $28 millones. Es tan potente la amplificación de los acuerdos sindicales mineros, que la directiva de Chuquicamata advirtió al vicepresidente ejecutivo de CODELCO, el socialista Nelson Pizarro, acerca de un "eventual paro", como aviso de la negociación colectiva que se viene, amenaza que puede enfriarse con el anuncio de Hacienda de una capitalización de US$ 1.100 millones a la cuprífera estatal.
Los detalles de la negociación colectiva de Escondida evidencian una realidad brutal: los dos Chile que existen en el ámbito laboral. Los trabajadores de la gran minería del cobre pertenecen a otro mundo, muy diferente al que vive la casi totalidad de sus colegas de otros sectores.
Sólo un dato es más que revelador: las comercializadoras de automóviles han reforzado en Antofagasta sus flotas de vehículos nuevos, modernos y lujosos, a la espera de las compras por parte de los receptores de estos bonos millonarios.