SIN LA IZQUIERDA, LA JUSTICIA ES NEUTRAL

VOXPRESS.CL.- Habría que ser ignorante o irremediablemente imbécil para no entender, al fin, lo que tantas veces se evidenció durante el Gobierno de Bachelet y que fue ratificado, sin rodeos, por el nuevo ministro de Justicia, Hernán Larraín: "en la Justicia chilena, una mayoría de jueces es de izquierda".
El Secretario de Estado se remitió a una deducción lógica derivada del modelo de designación de los magistrados. Pero, ahora, con el fallo de un tribunal de Temuco sobre el asesinato del matrimonio Luchsinger/McKay en Vilcún, puede afirmarse con pruebas que, al menos en La Araucanía, la Justicia estaba del lado del terrorismo y, de ahí, la impotencia de las víctimas por no conocer culpables.
Hasta el Gobierno anterior, en una cárcel de la zona, había un solo condenado por el asesinato del matrimonio: el machi Celestino Córdova, el mismo que ha sido muy visitado por activistas del progresismo y parlamentarios de la izquierda para apoyarlo en su capricho de salir del penal para realizar un ceremonial.
Hoy, sin Bachelet en el poder, son cuatro los que están cumpliendo condena. ¿Milagro? No, tan sólo se realizó un segundo juicio, éste con abstinencia de la política y sin la injerencia presidencial que imperó en estas instancias hasta el año pasado.
Todavía en plena administración de la Nueva Mayoría, un juez no sólo vestido de rojo ----Juan Ignacio Rau Atria--- dejó en libertad incondicional a once comuneros extremistas formalizados por el doble crimen. En su fallo acreditó la no existencia de terrorismo y desechó las 127 pruebas que tuvo a la vista, entre ellas una de las armas utilizada en el mortal asalto.
La Corte de Apelaciones regional determinó la repetición del juicio, con otro magistrado, pero exactamente con las mismas pruebas.
Esta vez y después de 36 días de juicio, el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco decidió, por unanimidad, condenar como "autores de incendio con resultado de muerte en carácter terrorista" a tres de los 11 imputados por la muerte de Werner Luchsinger y Vivian Mckay, ocurrido el 4 de enero de 2013 en el fundo Lumahue de Vilcún.
José Peralino, probadamente uno de los líderes de la asociación terrorista, fue condenado a 10 años de presidio efectivo y José Tralcal Coche y Luis Tralcal Quidel, a pena perpetua.. Los tres se unieron al machi Celestino Córdova, quien hasta ahora era el único condenado por la muerte del matrimonio.
Con los votos a favor de los jueces Mauricio Poblete y Rocío Pinilla, el tribunal decidió absolver a la machi Francisca Linconao, Aurelio Catrilaf, Hernán Catrilaf, José Córdova --hermano de Celestino--, Juan Tralcal, Sabino Catrilaf, Eliseo Catrilaf y Sergio Catrilaf.
En un voto de minoría, el juez Germán Varas consideró que las pruebas expuestas eran suficientes para sumar en la condena a la machi Linconao, Eliseo Catrilaf y Hernán Catrilaf.
El principal cambio que planteó este veredicto en comparación al primer fallo, fue la acreditación del "carácter terrorista del ataque".
El fiscal jefe de La Araucanía, Alberto Chiffelle, afirmó que el Ministerio Público “siempre ha sostenido que el hecho es de carácter terrorista, por la naturaleza de la comisión del delito".
En el juicio anterior ---el anulado--, el Ministerio del Interior, patrocinante en la querella criminal, jamás se preocupó del estado de la causa, en tanto, para su repetición puso de 'punto fijo' en Temuco al abogado Luis Hermosilla.
En este punto es imprescindible traer a colación la postura de la ex Presidenta en cuanto a la no existencia de terrorismo en La Araucanía. Presionada permanentemente por el PC para desechar dicha realidad, fue de gran resonancia su desencuentro con el entonces subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, a quien le quitó el piso por haber invocado la ley alusiva.
Esta decisión imparcial de la Justicia de Temuco reconforta, aunque en parte, la desolación de los descendientes del matrimonio vilmente asesinado. Además, reivindica el sagrado principio de neutralidad de los funcionarios de este Poder del Estado.
Lo que más desea ahora la ciudadanía es saber qué resolverá el progresista presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, sobre el futuro de su camarada juez Ignacio Rau Atria. Éste se reconoce de izquierda, la misma ideología de los comuneros asesinos, adiestrados por las FARC, y absueltos incondicionalmente por él.
Más que de Rau, el progresista Brito debe estar, por estos días, más inquieto por las repercusiones de su difundida postura en contra de la imprescriptibilidad del delito de abuso sexual a menores…