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EL DESAFÍO DE LA INTENDENTA

VOXPRESS.CL.- Para abril está programado el inicio de la temporada de protestas y marchas callejeras organizadas por la CONFECh. Ésta, incluso, inició un ciclo de asambleas para decidir cuál será la estrategia para enfrentar al Gobierno.

Una de las varias causas del porqué el anterior Gobierno de Piñera no logró superar más de un período en el poder fue, precisamente, la alborotadora y constante presencia callejera de los estudiantes dirigidos por la CONFECh.

Rostros visibles y emblemáticos de aquellas violentas jornadas fueron Giorgio Jackson, Camila Vallejo y Karol Cariola, todos con domicilio político muy conocido.

La CONFECh, dominada por el Frente Amplio, comunistas autónomos y anarquistas, fue menos drástica con el Gobierno de Bachelet.

Por razones más que obvias, la administración recién asumida no aguarda un trato deferente, aunque tiene la esperanza de llegar a un acuerdo para que las marchas no estén marcadas por la violencia.

La recién asumida Intendenta Metropolitana, la doctora y ex diputada Karla Rubilar, se tiene fe en este sentido y cree que los buenos vínculos con los diputados de izquierda que tuvo en la Cámara pueden serles útiles.

Advirtió que "todos tienen derecho a manifestarse públicamente, pero sin entorpecer ni violar los derechos de los demás". Aclaró que su autoridad le demanda la obligación de cautelar el libre desplazamiento de los ciudadanos y que "no puede ser que unos pocos hagan inviable la normalidad cotidiana de la gente".

No idéntica, pero similar, fue la postura del ex Intendente Claudio Orrego, pero siempre terminó con el brazo torcido. En una de las varias protestas callejeras, la CONFECh rechazó categóricamente modificar el recorrido sugerido por la autoridad metropolitana y se hizo en horario nocturno, lejos, el mejor de los escenarios para la violencia.

Orrego se justificó, argumentando que "de noche hay menos tráfico vehicular y de personas en las calles".

La independiente (ex RN), Karla Rubilar, se quedó con un cargo tremendamente apetecido por todos los partidos de Chile Vamos y deberá poner en juego todo su aprendizaje político en sus varios años como diputada. Hasta la fecha, ninguno de quienes la han antecedido lograron someter a ciertas reglas a los organizadores de las protestas.

La CONFECh es un brazo de la extrema izquierda, y si antes fue la escuela de las JJ.CC., ahora lo es del Frente Amplio.

La ex candidata frentista, Beatriz Sánchez, ratificó que el objetivo de su conglomerado en la oposición será "echar raíces para ser el próximo Gobierno". Desde esa perspectiva, su contingente callejero puede jugar un rol en cuanto a demandas, pero también implica un riesgo, al convertirse en un desagrado para la comunidad.

De momento, la Intendenta Rubilar no ha revelado cuál será su estrategia de contención a los desórdenes, pero cuesta hacerse a la idea de que éstas van a parecerse más a una procesión que a una manifestación política.

Así como se halla el ambiente respecto a Carabineros por todos los hechos conocidos, no parece que la solución esté simplemente en un mayor volumen de disuasión.

Tampoco se vislumbra como de gran utilidad un diálogo con los patrocinantes de las protestas, porque es una realidad que los manifestantes se rebelan, incluso, ante sus caudillos ideológicos.

La apuesta de Karla Rubilar debería estar íntimamente vinculada al proyecto de modernización de Carabineros y, específicamente, relacionada al área de Inteligencia. Ésta fue la que no se utilizó en La Araucanía en la fracasada y escandalosa Operación Huracán.

El ex General Director, Bruno Villalobos, amparándose en los amigos que dejó en su paso por la DIPOLCAR, envió a dicha misión no a genuinos investigadores, que los hay en la institución, sino a los conocidos 'matapacos', que son quienes desempeñan funciones de indagaciones internas.

Sólo una seria y minuciosa labor de Inteligencia --encabezada por el nuevo General Director, Hermes Soto-- puede desbaratar el componente terrorista de las marchas, ése que se encapucha, se arma de cualquier elemento combativo y fabrica las teóricamente prohibidas bombas Molotov. Se conocen, y con exactitud, los establecimientos ----lamentablemente educacionales-- en los que se preparan las tenidas y las botellas con combustible. Desbaratándolos sería un primer y gran paso.

El siguiente sería esterilizar sus perpetuas exigencias, pero históricamente éstas nunca tienen un límite: a una la sigue otra, y, así, eternamente. Sin duda que el CAE será el gran motivo de la primera convocatoria de la CONFECh, y como éste no lo pudo abordar ni solucionar el Gobierno socialista, es de suponer que, ahora, las protestas se vendrán con más ardor, con la violencia de siempre y con la violación a los derechos de la comunidad.

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