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MAS CARGA PARA LA MULA ESTATAL

Las estadísticas no acompañan a la Presidenta en sus semanas de despedida del poder: sólo un 35% de sus propuestas del programa de Gobierno ha podido cumplir.

Después del desastre político originado por la categórica derrota en la elección presidencial, no sólo se puso fin a la agobiante verborrea de la ministra vocera Paula Narváez, sino, también, se dejó de hablar del "legado de la Presidenta".

Coincidentemente, tras la apabullante derrota del socialismo gobernante, la ONU comunicó la no designación de Carolina Tohá para un cargo ejecutivo para el cual fue propuesta por la Presidenta: secretaria ejecutiva de ONU/Habitat, programa para asentamientos humanos.

Resulta evidente que la Presidenta resintió el impacto de la derrota y que, recién ahora, con una importante dosis de cobardía, muchos de sus aliados la estén apuntando a ella como una de las causas del desastre.

No obstante ello, auto definida resilente, la Presidenta aún conserva aliento y le sobra coraje para seguir enviando proyectos al Parlamento.

Su último anuncio fue la creación de dos nuevos ministerios, uno, de Pueblos Originarios, y el otro, de Ciencia y Tecnología.

A esto hay que sumar lo planteado por el Presidente electo, en cuanto a que ampliará el actual campo del Ministerio de Desarrollo Social a Ministerio de la Familia.

Véase desde el lado que se quiera, cualquier aumento del contingente de la administración pública implica automáticamente recargar el gasto fiscal.

El nuevo Presidente recibirá el Gobierno con un déficit de la caja fiscal de US$ 60.000 millones.

Dado el fuerte incremento de los complejos problemas de la vida en familia, se hace indispensable un abordaje integral a todo el espectro y no sólo reducirlo, como hasta ahora, a una lucha contra la pobreza, restringido y modesto rol desempeñado por el actual Ministerio de Desarrollo Social.

Así como ésa es una acertada iniciativa, todo apunta a la conveniencia de que el futuro Presidente reformule el papel de la actual Subsecretaría de Derechos Humanos. En manos de la extremista Lorena Fries, amiga incondicional de la Presidenta, se limita a seguir los lineamientos del PC, canalizando su accionar en castigar y perseguir a militares.

La izquierda --y ella, obviamente-- entiende como atropello a los derechos humanos sólo cuando las víctimas son gente de su sector.

No obstante, a diario son vulnerados los derechos de mujeres acosadas, niños maltratados, transeúntes asaltados, vecinos robados y pasajeros apiñados. Si el Fisco continúa financiando esta Subsecretaria, que su accionar esté al servicio de todos y no de unos pocos por razones ideológicas.

En cuanto a los dos nuevos ministerios anunciados por la Presidenta, uno de ellos se prevé totalmente innecesario: el de los Pueblos Originarios. Para servirlos, hace años se creó la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y el hecho de que ésta se haya limitado sólo a adquirir tierras a privados para traspasárselas a una mínima parte de una sola etnia es un fracaso de gestión que no tiene porqué inducir a una ampliación.

Para el objetivo que se busca, la CONADI es más que suficiente, pero en manos de gente experta y con metas no políticas ni simplemente compensatorias, sino con todos los deberes ---insatisfechos-- que le fijó la norma que la creó.

La eventual creación de esta Secretaría de Estado no será más que sobrecargar un Estado de por sí recargado.

La iniciativa de dar vida a una Ministerio de Ciencia y Tecnología tiene que ser unánimemente acogida. Una de las varias causas, si no la más importante, del no desarrollo de Chile es su abismante retraso en esta materia.

Estrepitosos fracasos en obras de ingeniería son fruto de nuestra precaria tecnología. En esta materia tan sensible y fundamental, la mula estatal ni sentirá la carga.

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