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¿POR QUÉ FUE UNA PALIZA?


Hay quienes aún no comprenden que las estrategias del PC, en Chile y en el mundo, son de una perversidad no dimensionada. No trepida en falsear e inventar ni en descalificar con extrema odiosidad cuando ciertas situaciones les resultan adversas.

Los comunistas, que se auto atribuyen la paternidad protectora de los derechos de los demás y --para la exportación-- no toleran la discriminación, fueron los únicos que protagonizaron las peores reacciones tras la dura derrota presidencial del 17 de diciembre.

Varias cadenas internacionales de TV difundieron en varios países "la violenta reacción del pueblo por la elección de un derechista en Chile", acompañando dicha falacia con 'imágines' de incidentes, barricadas y quema de neumáticos, todo un torcido montaje para quitarle todo mérito a lo que realmente sucedió: la paliza sufrida por la izquierda en la votación.

Más repudiable aún fue la reacción de un par de conocidos e 'imaginativos' parlamentarios comunistas.

La ex vocera de Alejandro Guillier, la diputada Karol Cariola, denunció "la masiva presencia de rubiecitos" en los locales de votación de Recoleta, en alusión a los apoderados de mesas asignados allí por la oposición, precisamente para cautelar que el proceso por parte de la izquierda no volviera a ser sucio, como en primera vuelta.

No debe sentirse muy halagado el 'pueblo' con la definición que de él hizo el diputado Hugo Gutiérrez: atribuyó la cantidad de votantes que tuvo Piñera a que "son todos unos idiotas"…

Es fácil entender que la única reacción fuera de control correspondiese al PC, el autor del 'invento Guillier". El resto de los socios de la (ex) Nueva Mayoría y sus enanos aliados de última hora, aún en shock por el nocáut, se mantienen en reflexión-

La histeria del PC es la reacción natural, aunque infantil, de quien se sabe el más tocado por el golpe, ya que fue quien impuso unilateralmente al candidato, le fijó sus programa, lo libreteó y le marcó los tonos de sus discursos, de acuerdo a las circunstancias.

La (ex) Nueva Mayoría, con el PC de eje, no puede convencerse de que una elección apretadísima, muy cerrada e incierta, se haya convertido en una paliza. ¿Qué fue lo que pasó? El gigantesco rechazo a su gestión se traduce en datos estadísticos que no quiere leer ni interpretar.

Además de su abrumadora mayoría de votos, el candidato opositor obtuvo logros que lo posicionan como el primero de la centroderecha en superar diferentes registros.

Un hecho sin precedentes fue, para comenzar el haber batido todos los record conocidos en una sola comuna: en Las Condes, Sebastián Piñera obtuvo 133.437 sufragios, lo máximo que ha recibido un candidato en un solo territorio municipal.

Uno de los más espectaculares registros de Chile Vamos fue arrebatarle más de 60 comunas a la izquierda.

La izquierda dominaba en 129 comunas, superando el 50% de los votos en ellas. No obstante, Sebastián Piñera se convirtió en el primer candidato en superar la mayoría de las preferencias en 65 de aquellos territorios de la izquierda: Antofagasta (53,82%), Constitución (55,17%), Copiapó (59,51%), La Serena (55,43%), Huechuraba (51,3%) y Machalí (59,9%).

En cuanto a Regiones, Chile Vamos ganó en 13 y por primera vez lo hizo en 5 bajo dominio de la izquierda: Atacama, con 55,55%; Antofagasta con 53,82%; Coquimbo con 50,97%; O’Higgins con 56,08% y Maule con 57,31%.

Piñera fue el primer candidato a La Moneda en ganar una elección con el menor porcentaje de sufragios nulos y blancos desde 1989.

Los resultados de los comicios establecieron un total de 3.795.896 votos en su favor, lo que transforma a Piñera en el candidato de centroderecha en conseguir la mayor cifra en una elección presidencial en la historia. En tanto, es el tercero de cualquiera sensibilidad política, sólo superado, en sus momentos y con voto obligatorio, por Patricio Aylwin (1989) y Eduardo Frei (1993)

El voto voluntario comenzó a regir en Chile en las elecciones presidenciales del 2013. Sebastián Piñera, al alcanzar el 54,57% de las preferencias, es el candidato con la mayor cantidad de sufragios desde que existe esta norma.

Con esta abrumadora cantidad de datos, ¿se convencerá la izquierda que es una minoría la que la quiere? Las palizas como éstas no son casuales.

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