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EL 'LENGUAJE PRESIDENCIAL' DE GUILLIER


A Alejandro Guillier lo instruyen acerca de todo: lo que decir y cómo decirlo; de qué hablar y cómo hablar; a quien defender --partiendo por Bachelet-- y quien atacar --partiendo por Piñera.

Dentro de esta dinámica artificial que se le hace protagonizar, Guillier cayó en el lenguaje de los flaites, en expresiones de una ordinariez que no son aceptables en el vocabulario decente de alguien que aspira a ser Pr5esidente de la República.

Durante un acto de campaña en Concepción ---que casualmente se la hicieron coincidir con una de las tantas inauguraciones de la Presidenta--, Guillier recurrió a un vocabulario del bajo mundo, diríamos que del ámbito delictual, para hacer un 'anuncio programático'. Dijo: "le meteremos la mano al bolsillo a los ricos para que los jóvenes puedan estudiar gratis".

Es probable --así lo queremos entender-- que Guillier, por su estatus social, ignore que 'meterle la mano al bolsillo' a los demás es sinónimo de robo.

Guillier es un buen hombre, aprovechador de oportunidades. Opaco alumno del liceo 1 de Antofagasta estudió luego la carrera estrella de los jóvenes socialistas ---Sociología-- que es lo único que se le conoce con certeza.

Respecto a su condición de periodista, nadie sabe qué ranos aprobó, pues sólo hay registros de que, tras su aparición como lector de noticias, fue llamado a la Universidad Diego Portales, en la cual se le ofreció de inmediato una jefatura de área en Comunicaciones, además de horas académicas.

Se sabe, sí, que recurrió a un profesor recién de vuelta de un magíster en Europa para solicitarle prestados textos de periodismo televisivo, "ojalá en español"…

Poco amigo de los enfrentamientos, en general su vida ha sido bucólica, tanto en las comunicaciones como en la política. Vive a muy bajas revoluciones y sus ex discípulos evocan la cama que siempre lo esperaba tras el set para 'recuperar el sueño'. Demoró años en conquistar a su esposa ---separada, con dos hijos-- y se ha tomado con resignación y paciencia el síndrome de fatiga que ella sufre- Residen en una de las zonas más tranquilas de la capital: la comunidad ecológica, en Peñalolén alto.

¿Qué hace que este individuo pasivo y apacible caiga en expresiones tan vulgares? Sus asesores le pidieron que se mimetizara con el discurso del Frente Amplio para atraer los votos de éste, y aprovechó una efervescente concentración juvenil en Concepción para dirigirse a ellos, utilizando su mismo lenguaje informal.

Concepción fue la ciudad donde estudió Beatriz Sánchez y en la cual se produjo su encantamiento con el MIR.

Mucho antes de la primera vuelta, se sabía que llegada esta instancia con Guillier finalista frente a Piñera, la izquierda, sin distinciones ni reparos, iba a ponerle un dique a la centroderecha. Pero en el heterogéneo mundo frentista persisten sectores duros y coherentes que, por muy socialista que sea, no se sienten atraídos por Guillier y menos por la Nueva Mayoría.

A ellos busca cautivar con dichos tan desgraciados como "meterles las manos al bolsillo" a los ricos. Dicho sea de paso, ése es uno de los objetivos supremos del Frente Amplio: sobrecargar de impuestos a los empresarios para desgastarlo primero y aniquilarlos después.

El empresariado privado constituye el 80% de la máquina productiva de Chile y, por ende, genera el 80% de los puestos de trabajo.

Es seguro que Guillier lo sepa y que, también, aquilate una eventual masiva pérdida de puestos de trabajo, pero él, sumiso, ha debido forzosamente sustituir sus propias convicciones ---que algunas ha de tener-- por obedecer sin chistar las instrucciones de campaña, incluso con el agregado de expresiones del bajo mundo, muy ajenas a un profesional y académico como él.

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